De un tiempo a esta parte, me vi involucrado en la busca sistemática de fantasmas, de aquellos recuerdos olvidados por el paso del tiempo; me vi caminando por calles viejas que encerraban miles de cuentos de hadas. Mi memoria, un tanto fragmentada, la necesitaba para anclarme positivamente en mi reconstrucción. / chillanantiguo@gmail.com
miércoles, 31 de octubre de 2012
La Talabartería en Chillán y familia Isla
Talabarte: cinturón, generalmente de cuero, en donde cuelga la espada o el sable.
Quizás como prólogo para "situar" el tema de la talabartería, es propicio citar a uno de los investigadores en "artes populares", como lo fue el maestro Baltazar Hernández
En el siglo XVI, García Hurtado de Mendoza trajo a Chile caballos y monturas. La industria del cuero y su utilización en la montura, aperos y arneses se inicia en la misma colonia. En el siglo XIX, “la montura chilena campesina” era más o menos como la de hoy, aún cuando ha sufrido transformaciones originadas por los estilos o diferentes escuelas ecuestres y países. La “corralera”, que se deriva de la escuela de la jineta (xenetes: tribu árabe) es la más típicamente chilena, de forma cuadrada, liviana, más bien chica que grande, con un arzón anterior y otro posterior redondo y más bajo.
Los batanes (van sobre el pelero), pellones, estribos y el caso de madera de álamo que sirve de estructura, constituyen las cuatro partes de una silla de montar.
En Chillán y en la zona, hace 100 años y aún más, la talabartería tuvo un notable desarrollo y que ahora no imaginamos, porque la región vivía única y exclusivamente de la agricultura y como único medio de locomoción se contaba con el caballo y carruajes tirados por este gran amigo del hombre; era una época en que toda la familia campesina andaba a caballo y luciendo finos aperos.
En los numerosos talleres talabarteros de otro tiempo, no menos de quince a treinta artesanos trabajaban en cada uno de ellos, al igual que en los talleres de espueleros.
Ahondando en los registros orales, la primera talabartería chillaneja fue la de don Víctor Manuel Vergara, que gozó de gran renombre por la perfección y delicadeza de sus valiosos trabajos. Los talleres de don Pedro Soto, Temístocles Gutiérrez, Lara , Rafael Fuentes, Justo SolísJosé Rojas, los hermanos Riquelme, Héctor Sepúlveda, Humberto Rojas, Samuel Parra, doña Teresa viuda de Parra y Sucesión y actualmente hoy como testigo del tiempo la familia Isla.
FAMILIA ISLA, talabartería de abolengo.
Muy prestigiosas dentro y fuera del país son las monturas de la talabartería con el sello ISLA, imperio artesanal iniciado por dn. Amador Isla Cea (1910-1989), cuya familia ya lleva un siglo de tradición. Don Amador, como sus hijos, trabajó desde joven en el oficio que aprendió de un tío y éste, a su vez, aprendió de su padre y hermanos. De este sello talabartero han salido aperos y monturas para hacendados y turistas de Argentina, Perú, Brasil, Estados Unidos, Canadá, España e Inglaterra.
De los talleres continuará saliendo la hermosa montura chilena, cada vez más sobria y de ajustadas proporciones, el cuero curtido, riendas y ramales. Registro de manos callosas que testimonian el trabajo manual de decenios y que nunca pergamino alguno podrá trasmitir la interminable hebra de zurcidos que por generaciones fueron hilvanando en los campos chilenos uno de los más bellos oficios del cuero.
Artes populares de Ñuble (Baltazar Hernández)
Estudios Regionales U. de Chile.
Fotos / Familia Isla.
Chillán Antiguo / Máximo Beltrán
Parque Juan Guillermo Schleyer Brandt en Chillán. Un PARQUE QUE NO FUE….
Fotos Chillán Antiguo
Diario La Discusión.
aporte / Sonia Jungjohan Ribbeck
La familia Schleyer, radicada por largo tiempo en la ciudad, amasó gran fortuna y notoriedad no sólo por su capacidad empresarial, sino por los aportes que en su momento hizo a la ciudad y que le valió ser recordada por la avenida que actualmente lleva su nombre, por el retén de Carabineros que ya no existe y sobre todo por el nunca construido parque por el cual Juan Schleyer donó 14 hectáreas a la ciudad, con el fin de retribuir todo el amparo que Chillán le otorgó lejos de su natal Alemania.
Poca gente en la ciudad sabe que la donación de la familia Schleyer tenía como fin la creación de un área verde y más aún, la idea era la creación de un parque de exposición agrícola, por lo cual la donación incluía todo el ítem del aprovechamiento de las aguas.
Con el terremoto del 24 de enero de 1939, parte de los terrenos se utilizaron en lo que hoy son los Pabellones Rodríguez y si bien ello fue beneficioso, ¿qué pasó con el resto de los terrenos? ¿porqué se vendieron a particulares ?
Hoy la ciudad no tiene grandes espacios verdes, el cemento lo invade casi todo. Personalmente creo que nunca es tarde ver cumplir el deseo de Juan Schleyer Brandt, quien, en escritura pública señaló: "para que esta tierra se destine a la formación de un parque que se denominará Parque Juan Schleyer y que sirva además para exposiciones industriales y agrícolas".
El terreno , según escritura, "tiene una superficie aproximadamente de nueve hectáreas", y a la fecha, ni el parque existe como fue planteado por don Juan, ni se devolvieron las tierras a sus herederos como se indicó: "la donación se hace con la condición de que la Municipalidad no podrá vender ni enajenar el predio materia de este acuerdo, y que deberá destinarlo exclusivamente a la formación de un parque natural que tendrá la denominación acordada. Si en el término de dos años a contar desde la fecha (14 septiembre de 1929) en que se otorgue la escritura pública de donación, LA MUNICIPALIDAD NO EJECUTARE EL PLANO DEL PARQUE, y trazare las líneas en el terreno e hicieran las plantaciones correspondientes, quedará de hecho SIN NINGÚN VALOR NI EFECTO LA DONACIÓN" (Sonia Jungjohann Ribbeck)
Diario La Discusión.
aporte / Sonia Jungjohan Ribbeck
La familia Schleyer, radicada por largo tiempo en la ciudad, amasó gran fortuna y notoriedad no sólo por su capacidad empresarial, sino por los aportes que en su momento hizo a la ciudad y que le valió ser recordada por la avenida que actualmente lleva su nombre, por el retén de Carabineros que ya no existe y sobre todo por el nunca construido parque por el cual Juan Schleyer donó 14 hectáreas a la ciudad, con el fin de retribuir todo el amparo que Chillán le otorgó lejos de su natal Alemania.
Poca gente en la ciudad sabe que la donación de la familia Schleyer tenía como fin la creación de un área verde y más aún, la idea era la creación de un parque de exposición agrícola, por lo cual la donación incluía todo el ítem del aprovechamiento de las aguas.
Con el terremoto del 24 de enero de 1939, parte de los terrenos se utilizaron en lo que hoy son los Pabellones Rodríguez y si bien ello fue beneficioso, ¿qué pasó con el resto de los terrenos? ¿porqué se vendieron a particulares ?
Hoy la ciudad no tiene grandes espacios verdes, el cemento lo invade casi todo. Personalmente creo que nunca es tarde ver cumplir el deseo de Juan Schleyer Brandt, quien, en escritura pública señaló: "para que esta tierra se destine a la formación de un parque que se denominará Parque Juan Schleyer y que sirva además para exposiciones industriales y agrícolas".
El terreno , según escritura, "tiene una superficie aproximadamente de nueve hectáreas", y a la fecha, ni el parque existe como fue planteado por don Juan, ni se devolvieron las tierras a sus herederos como se indicó: "la donación se hace con la condición de que la Municipalidad no podrá vender ni enajenar el predio materia de este acuerdo, y que deberá destinarlo exclusivamente a la formación de un parque natural que tendrá la denominación acordada. Si en el término de dos años a contar desde la fecha (14 septiembre de 1929) en que se otorgue la escritura pública de donación, LA MUNICIPALIDAD NO EJECUTARE EL PLANO DEL PARQUE, y trazare las líneas en el terreno e hicieran las plantaciones correspondientes, quedará de hecho SIN NINGÚN VALOR NI EFECTO LA DONACIÓN" (Sonia Jungjohann Ribbeck)
viernes, 26 de octubre de 2012
Parque Monumental Bernardo O`Higgins - Chillán Viejo
Este espacio, nace a modo de resarcir el olvido o el desacierto de demoler la casa de O´Higgins el año 1930. Creada la Fundación de Conmemoración Histórica Bernardo O`Higgins el año 1957, cuya tarea será construir un complejo arquitectónico en memoria del Libertador; siendo su gestor el destacado vecino dn. Alfonso Lagos Villar (director propietario del Diario la Discusión).
Este Complejo Arquitéctónico será dirigido por el arq. Carlos Martner; y su hermana María Martner, escultora y profesora de la U. de Chile será la encargada de dar rienda suelta a la creatividad en el MURAL LÍTICO (piedra) de 60 mts. Que será inaugurado el 25 de febrero de 1973.
Aprendimos y comprendimos de María Martner (1921-2010), de esta artista excepcional, que sus murales de “piedra y poderío” representa la síntesis terrestre del país…”
A través de estos 60 metros , un gran “lienzo de concreto” la artista dibuja con piedras como el granito gris claro, pizarra gris oscuro, piedra rodada de diversos colores extraídas del Río Ñuble, caliza amarilla, lapízlázulis azúl del norte de Chile, cuarzo blanco, jaspe rojo y escoria negra; la vida del libertador.
La primera parte se refiere a la juventud del prócer y a su vida campesina; un helecho simboliza la humedad y la vegetación del campo chileno. La parte central y principal expresa la lucha liberadora y las batallas, la tercera parte muestra a O`Higgins como Director Supremo. El paso de una etapa a otra está resuelta con la inclusión de la araucaria, uno de los árboles más bellos y autóctonos de Chile”.
No busquemos en esta obra lo “bello”, que encontramos en otras obras de arte, porque es otro concepto que debemos aplicar a un mural como este. Bello, hermoso, bonito, no son términos que vienen bien a esta concepción. Esta obra está destinada a dar sentido de “grandeza” al prócer, a sentirlo grande por los tiempos presentes y futuros, su monumentabilidad debe imponernos respeto a su personalidad, al mismo tiempo que, condensada su vida en estos símbolos, guardemos como una apretada unidad nuestro conocimiento y admiración por O`Higgins”.
Observación: Prácticamente nunca ha funcionado el mural en su totalidad, porque se dijo cuando se entregó la obra que desde su parte superior caería constantemente agua (por eso hay una pileta larga y rectangular a los pies del mural, también de piedra, por cierto); de esa manera las piedras sacarían a relucir gracias al efecto del agua, todo su colorido.
viernes, 5 de octubre de 2012
Eduardo Torres Poblete 1916 - 1990
"Un legado que perdura a través de su creación, su arte, sus enseñanzas, algo que Chillán a valorado por el enorme quehacer profesional, artístico y cultural, que este destacado arquitecto desarrolló, al cariño que sentía por la ciudad de Chillán”…es la mejor forma de definir al Arquitecto Eduardo Torres Poblete..."
¿Pero quién era Eduardo Torres, quién fue Presidente de la Corp. Grupo Tanagra, Rotary Club Chillán, Mason, Presidente de la Asamblea Radical, partido del cual era partidario. Comité para la creación de Sede Universitaria (hoy UBB), perteneció al Grupo Ohigginiano, del cual llegó a ser su Vicepresidente, Premio Municipal de Arte en 1965 y cuyo nombre lleva el Parque de Avda. Argentina?
Bueno amigos, aquí en breve reseña de este chillanejo adoptivo que fue durante años Director de Obras de la I. Municipalidad de Chillán por más de 30 años, en los tiempos en que la función pública era una entrega. El fue arquitecto y llegó a la ciudad en los tiempos de la reconstrucción, mejor sería situarlo en la reconstrucción misma, pues su entrada en esta zona es en 1940. Época en que Chillán y la zona todavía estaba despertando del trauma de la noche trágica del 24 de enero.
Además de sus proyectos arquitectónicos (casas, edificios, industrias, recintos deportivos, iglesias y templos), diseñó la Pileta Ornamental frente al correo, una novedad en su época por sus luces de colores; el monumento de Rotary en el acceso norte de la ciudad; el parque de la Avenida Argentina, con especies autóctonas, que lleva su nombre y el emblemático Estadio Municipal y sus piscinas (hoy desaparecido)
Reconocido por su sentido del humor, su sociabilidad, su calidad humana y profesional, falleció el 4 de mayo de 1990 y nació el 25 de diciembre de 1916; estudió arquitectura en la U. de Chile; se casó con Berta Cifuentes Burrell, también arquitecto y se radicaron en Chillán en participando activamente en la reconstrucción de la ciudad. Tuvieron 7 hijos, María Antonieta, Eduardo, Isabel Margarita (fallecida), Beatriz, Ana María, Verónica y Gonzalo.
Chillán Antiguo, recuerda a uno de los suyos.