De un tiempo a esta parte, me vi involucrado en la busca sistemática de fantasmas, de aquellos recuerdos olvidados por el paso del tiempo; me vi caminando por calles viejas que encerraban miles de cuentos de hadas. Mi memoria, un tanto fragmentada, la necesitaba para anclarme positivamente en mi reconstrucción. / chillanantiguo@gmail.com
jueves, 20 de octubre de 2011
LIBRO Arquitectura de la Memoria Chillán Antiguo
Libro Arquitectura de la Memoria / Chillán Antiguo. sus autores y el esfuerzo editorial que tú realizas.
El lineamiento general del Libro es el rescate y puesta en valor de la memoria colectiva de Chillán, con gran énfasis en toda la época que va desde el terremoto de 1835 a 1939, que determina el adiós al Chillán emplazado en Chillán Viejo y la nueva ciudad fundada por cuarta vez en el Chillán actual.
El desarrollo del tema del “arraigo e identidad” por diferentes profesionales interesados en esta temática y que participan desde sus ópticas. Es así como el libro recoge la mirada de historiadores, sociólogos, periodistas, arquitectos y gestores…
Sus autores; Marco Aurelio Reyes, Ignacio Basterrica, Patricia Orellana, Ramón Bastías, Rodrigo Guíñez y Guillermo Sepúlveda y Máximo Beltrán. junto a la reedición de un valioso material iconográfico, eje de esta publicación, invita al lector, a la reconstrucción de la memoria visual de un Chillán que ya no existe, pero que es la columna atávica y al mismo tiempo una herramienta para rescatar, registrar y sacar a flote el sentido de “pertenencia”.
Quizás la importancia de esta Editorial y sus publicaciones sea esa; rescatar, registrar y poner en valor lo nuestro, no como un pasado lastimero sino como piedra angular para nuestra reconstrucción como chillanejos.
Arquitectura de la Memoria / Chillán Antiguo es la antesala de una valiosa producción que nace bajo el alero de la Editorial Patrimonio, brazo intelectual de la Corporación Patrimonial Chillán.
Libros futuros de esta colección “Arquitectura de la memoria” es Terremoto 1939, Barrio Santa Elvira. Igesia de Los Padres Carmelitas, Cementerio de Chillán.
Como fue el comienzo de todo esto
Hace tres años, a través de la tecnología que nos irrumpe a veces con insolencia, reverti el mensaje de la globalización, creando un Grupo, que le puse por nombre Chillán Antiguo, acote las intensiones oscuras de la internalización y trate de usar lo que estaba a nuestro alcance para armar nuestra biografía alquímica como ciudad.
En ese derrotero me vi involucrado, y fui sumergiéndome sin querer en “otro” Chillán; no el oficial sino el paralelo a los libros; el escondido; el misterioso, del que se habla, pero que no está registrado.
De esa compilación, donde participan los vecinos anónimos y que enriqueció mi mirada de hombre y de chillanejo; fue dando paso a otros resultados; a un blog muy simple, pero que por su contenido fue incorporado en la red de la DIBAM, y al año galardonado como uno de los Proyectos Bicentenarios por el rescate al patromnio local..
Un trabajo, silencioso, donde se van incorporando redes de amigos que junto vamos expresando nuestras visiones que tenemos de ciudad, y a traves de tertulias fraternas de red surge la necesidad de darle un cuerpo fisico.
Ficha Técnica de la colección
Libro Objeto de colección y de Bolsillo
Tamaño 13 x 13
Encuadernación Holmet.
Papeles couché de 130 y 300 grs.
Barnices termolaminado.
Agradecimientos....
Cuando te inspira un objetivo importante, quizás un proyecto extraordinario, todos los pensamientos rompen sus ataduras: la mente supera los límites, la conciencia se expande en todas direcciones y te ves en un mundo nuevo. Las fuerzas, facultades y talentos ocultos muchas veces cobran vida y descubres que eres una persona mejor de lo que habías soñado ser.
Esa construcción es la que motiva muchas veces a seguir, aun cuando el viento sople en direcciones contrarias.
Amigos del Grupo Chillán Antiguo, gracias por estar física y en espíritu la tarde de ayer, como toda obra humana es materia de seguir perfeccionando y pido disculpas si hubieron errores
Muchas veces el reloj no va de acuerdo con el tiempo, un objeto y un concepto, en paralelo pero nunca unidos. Sirvan estas palabras para entender, la tranquilidad de un proceso, donde los silencios se respetaron.
Hace tres años, a través de la tecnología que nos irrumpe a veces con insolencia, reverti el mensaje de la globalización, creando un Grupo, que le puse por nombre Chillán Antiguo, acote las intensiones oscuras de la internalización y trate de usar lo que estaba a nuestro alcance para armar nuestra biografía alquímica como ciudad.
En ese derrotero nos vimos involucrados una red fraterna de amigos, y nos sumergimos sin querer en “otro” Chillán; no el oficial sino el paralelo a los libros; el escondido; el misterioso, del que se habla, pero que no está registrado.
De esa compilación, donde participan los vecinos anónimos y que enriqueció mi mirada de hombre y de chillanejo; y donde el aporte voluntario de los baúles comenzó a formar y entretejer nuestra memoria emotiva y colectiva. Donde ese material gráfico, guardado, que solo le pertenecía a ese pequeño grupo familiar, se transforma en parte de nuestra memoria de ciudad; personas, familias, arquitectura, barrios...todo lo imaginable que estaba a punto de extraviarse por el mundanal devenir del progreso, o que ya inevitablemente pensabamos que estaba perdido y estaba rescatado en alguna pieza fotográfica guardada en un archivo personal.
Esto, fue dando paso a otros resultados; a un blog muy simple, pero que por su contenido fue incorporado en la red de la DIBAM, y al año galardonado como uno de los Proyectos Bicentenarios por el rescate del patromonio de Chillán, en la ciudad de Santiago.
Un trabajo, silencioso, donde se van incorporando redes de amigos que junto vamos expresando nuestras visiones que tenemos de ciudad, y a través de tertulias fraternas reconstruyendo atávicamente nuestra historia.
En esa búsqueda de ignorados rastros y en el sondeo de calles y pasajes de barrios de Chillán, comenzamos un viaja hacia atrás, un regreso hacia lo profundo.
Los recuerdos y esos fragmentos iconógráficos son huellas que nos dejaron, de tal manera que al regresar sepamos donde quedamos. Por lo tanto debemos ver los recuerdos no como una reliquia del pasado, sino como catalizadora de futuro y el reto de la Corporación Patrimonial Chillán que ayer tarde simbólicamente se reunió, es muy sencillo y a la vez complejo es el de ”obligarlos” a recordar e incorporar en nuestros imaginarios aquellos recuerdos de un Chillán que ya no existe, de un Chillán que se desdibuja a veces por una Globalización que irrumpe con grosería.
Reciban mi eterna gratitud….