p. Patricia Orellana Cea.
Periodista Cultural, Diario La Discusión - Chillán
Chillán posee un patrimonio amplio y diverso. Es una ciudad moderna, que surge después del sismo de 1939 con técnicas de avanzada en construcción, pero que integra a los antiguos barrios.
La ciudad de Chillán está próxima a cumplir 431 años desde que fuera fundada un 26 de junio de 1580 por el mariscal Martín Ruiz de Gamboa. Cuatro siglos y tres décadas de un caminar que está cruzado de nutrida historia hecha de sudor y lágrimas, como perfectamente podría decir más de alguien.
“Silla del Sol” se le dice, y el franciscano, músico y poeta fray Ramón Angel Jara, autor de un poemario con este nombre, argumenta que se denomina así, porque aquí de verdad, el sol se sentó en su silla, aludiendo a los calurosos estíos nuestros. Los terremotos han sido la muestra de cómo la mano de la naturaleza se ha manifestado de forma categórica y ha determinado la vida y la historia de la ciudad y de sus hijos. El del 20 de febrero de 1835 deja a la ciudad tan devastada que por decisión gubernamental se le busca un nuevo emplazamiento. Se vive así lo que se reconoce como la cuarta fundación de Chillán. Es la ciudad que hoy conocemos, la anterior es el actual Chillán Viejo.
Comienza así y a partir de noviembre de 1835, la configuración de la nueva ciudad, con sus hitos más importantes como edificios públicos, plazas, iglesias, mercado, barrios, etc. Todo lo que en un amasijo vital va conformando el devenir de la comunidad chillaneja. De acuerdo a los registros, el año 1887 se da forma a lo que conocemos como las cuatro avenidas: Brasil, Ecuador, Argentina y Collín. Ya con ello, Chillán pasó a ser la ciudad de las cuatro fundaciones y las cuatro avenidas. La naturaleza del chillanejo pareciera ser contar con la capacidad de renacer constantemente, de emerger con fuerza después de cada tragedia y tener, lo que es una cualidad propia del ser humano, de reencantarse, reinventarse y seguir caminando.
El terremoto del 24 de enero de 1939 deja una vez más a Chillán en el suelo, pero esta vez con una cantidad de vidas que se perdieron que hasta el día de hoy cuando se escucha parece difícil de procesar. Más de 25 mil, se dice. Lo cierto es que en medio de tanta muerte y desastre, no fue posible inscribir defunciones y nada que se le pareciera. Los historiadores señalan que el Chillán que se perdió en la noche del 24 de enero, era una ciudad hermosa, con construcciones de gran estética y con todo lo que una urbe requiere. ¿Qué le queda a Chillán de esa ciudad que se levantó con la cuarta fundación? Hasta donde sabemos, pareciera que el único vestigio que está en pie de ese tiempo, son los antiguos muros del antiguo convento de San Ildefonso de los Franciscanos, territorio patrimonial ubicado en calle Sargento Aldea frente a la Plaza San Francisco. En construcción maciza de adobe con grandes vigas de madera y en dos plantas, con muchas áreas deterioradas por numerosos sismos, teniendo como corolario el del 27 de febrero de 2010, aún sigue en pie y guarda su señorial belleza, que con su patio-jardín con palmeras, limoneros y otras especies, invita a la paz y la reflexión. No se sabe de intenciones organizadas que se interesen por conservar este emblématico espacio a todas luces patrimonial.
En el mismo recinto se levanta la casa parroquial, el Colegio San Buenaventura y la iglesia parroquial, templo que sufrió daños severos el 27 de febrero de 2010 y que hoy está en vías de restauración y rescate en lo que es su nave central. Es una construcción de estilo románico con tres grandes naves que fue proyectada por el arquitecto italiano Eduardo Provasoli y terminada por su similar, el francés Víctor Auclair. Hoy se recupera gracias a un proyecto del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes que otorgó 100 millones de pesos (fondos para edificios patrimoniales que no son monumentos nacionales). Faltan 60 millones que la orden está gestionando junto a su comunidad.
El Chillán que se levantó posterior a 1939, es una ciudad catalogada como moderna, aquí convergieron arquitectos audaces en ese tiempo, que utilizaron el hormigón armado, (la iglesia de San Francisco había sido levantada con esta nueva técnica); además de una nueva concepción de la utilización de la luz. Con otra novedad, el mirar a la altura y construir en más de una planta y, con jardines a la calle. El movimiento alemán Bahaus se replica en la ciudad y las casas que aún se conservan, constituyen un importante patrimonio. Chillán cuenta con un barrio cívico moderno y en el estilo que impusieron los arquitectos de la reconstrucción. Surge así el edificio ícono de la ciudad: la Catedral, proyecto del arquitecto Hernán Larraín Errázuriz, quien también proyecta el inmueble del diario La Discusión. Otro patrimonio arquitectónico local, al igual que la estación de Ferrocarriles, Bomberos y otros.
¿Cómo se mira y se conserva; cómo se pone en valor toda esta amalgama de la ciudad que incluye también barrios patrioniales como Santa Elvira y otros? Bueno, naturalmente con recursos para conservar y para promover políticas que llevan a crear una conciencia en lo que se refiere a memoria colectiva, identidad y patrimonio.
Preguntamos al arquitecto Carlos Inostroza (Concepción) experto en temas de arquitectura patrimonial, cómo ve a este Chillán tan histórico. Nos señala que se trata de una ciudad colonial importante en la Región del Bío Bío. “Su historia así lo demuestra, desde sus inicios. Es una mezcla de vida urbana y de vida agrícola y ganadera que sigue siendo, a través del paso del tiempo algo vivo y permanente en ella, y que ha determinado lo que es como sumatoria. Después del terremoto de 1939 emerge como una urbe moderna, pero que conserva su sello. Chillán tiene sin duda mucho patrimonio y también muy diverso, ¿cómo conservarlo?, esa es la gran tarea”.
Añade el profesional que lamentablemente el particular no tiene, no cuenta, con una política estatal que le favorezca para poder conservar este patrimonio como sucede en otros países.
“Tiene gravámenes, pero no apoyo y sin duda eso influye fuertemente en la desaparición de inmuebles patrimoniales en Chile”. Hay que cambiar de mirada, señala el profesional.

De un tiempo a esta parte, me vi involucrado en la busca sistemática de fantasmas, de aquellos recuerdos olvidados por el paso del tiempo; me vi caminando por calles viejas que encerraban miles de cuentos de hadas. Mi memoria, un tanto fragmentada, la necesitaba para anclarme positivamente en mi reconstrucción. / chillanantiguo@gmail.com
martes, 28 de junio de 2011
Cinco acontecimientos de la intrahistoria chillaneja
Marco Aurelio Reyes Coca
Decano de la Facultad de Educación UBB


Sin duda que al margen de la historia oficial o canónica, existe una intrahistoria que subyace, pero no está destacada ni en libros o textos. A continuación 5 de esos capítulos destacados en los más de cuatro siglos de Chillán.
1.- La destrucción del primer Chillán, en 1598, por el gran alzamiento indígena, fue precedida por el éxodo de la población hacia Duao (en el Maule). Encabezaba la expedición de los 300 emigrantes la venerada imagen de la Virgen María, la Bella Peregrina. Los enardecidos indígenas, que habían demostrado especial ferocidad, e incluso habían prendido fuego a la ciudad, contemplaron impotentes la peregrinación encabezada por la Santísima Virgen María, dejando pasar a los españoles, sin realizar manifestaciones de hostilidad.
2.- Nuestra Señora del Rosario, venerada por los dominicos, seguiría en la memoria colectiva de los chillanejos, durante el infausto terremoto del 1751, que provocó el traslado de la ciudad al Alto del actual Chillán Viejo. Todos los presentes pudieron presenciar el portentoso milagro del sudor y lágrimas de Nuestra Señora del Rosario.
3.- Durante los sucesos del traslado de la ciudad al actual emplazamiento, a raíz del terremoto de 1835, llama la atención el curioso y popular plebiscito convocado por el párroco José Antonio Vera, el “Chilote”, así llamado por sus actitudes poco pulcras y demasiado populacheras. Llamó a los chillavejanos a no trasladarse a la nueva ciudad, posición triunfante en el plebiscito especialmente por los más desposeídos. Sin embargo, no logró impedir el traslado decidido por el Gobierno del Presidente José Joaquín Prieto. El cura Vera sólo logró que los pobres de la ciudad permanecieran en el pueblo viejo o arruinado.
4.- Las primeras huelgas de obreros en Chillán desde 1892 en adelante, demuestran la actividad sindical, a pesar de no ser una ciudad industrial ni portuaria. En 1892, se registran dos movimientos huelguísticos: de los ferroviarios, paralizando el transporte de carga; y otro, el de los vendedores del mercado, unos 500, que exigían la prohibición de ingreso de las carretas con frutas y legumbres, exceptuando los días sábados.
En 1905, se realiza en Chillán el Primer Congreso Obrero, que entre otros acuerdos, solicitaba al Gobierno, el término de las inmigraciones. La prensa obrera chillaneja mostraba el discurso de resistencia de los trabajadores hacia el sistema económico imperante.
5.- Durante el período de la llamada “Cuestión Social”, de 1891 en adelante, se destaparon los más serios problemas económicos y sociales que afectaban a los grupos vulnerables de nuestra sociedad, pero al mismo tiempo, mostraban la decisión de estos sectores para enfrentarlos de modo colectivo. Uno de ellos fue el angustiante problema de la vivienda, por el crecimiento demográfico de la ciudad ante el éxodo rural. Entre 1919 y 1925, se crea la Liga de Arrendatarios, que entró en escena, como en otras ciudades, a través de las huelgas de arrendatarios de conventillos que proliferaban, especialmente en las avenidas que cerraban la cuadrícula urbana: Argentina, Ecuador, Collín y Brasil.
Decano de la Facultad de Educación UBB


Sin duda que al margen de la historia oficial o canónica, existe una intrahistoria que subyace, pero no está destacada ni en libros o textos. A continuación 5 de esos capítulos destacados en los más de cuatro siglos de Chillán.
1.- La destrucción del primer Chillán, en 1598, por el gran alzamiento indígena, fue precedida por el éxodo de la población hacia Duao (en el Maule). Encabezaba la expedición de los 300 emigrantes la venerada imagen de la Virgen María, la Bella Peregrina. Los enardecidos indígenas, que habían demostrado especial ferocidad, e incluso habían prendido fuego a la ciudad, contemplaron impotentes la peregrinación encabezada por la Santísima Virgen María, dejando pasar a los españoles, sin realizar manifestaciones de hostilidad.
2.- Nuestra Señora del Rosario, venerada por los dominicos, seguiría en la memoria colectiva de los chillanejos, durante el infausto terremoto del 1751, que provocó el traslado de la ciudad al Alto del actual Chillán Viejo. Todos los presentes pudieron presenciar el portentoso milagro del sudor y lágrimas de Nuestra Señora del Rosario.
3.- Durante los sucesos del traslado de la ciudad al actual emplazamiento, a raíz del terremoto de 1835, llama la atención el curioso y popular plebiscito convocado por el párroco José Antonio Vera, el “Chilote”, así llamado por sus actitudes poco pulcras y demasiado populacheras. Llamó a los chillavejanos a no trasladarse a la nueva ciudad, posición triunfante en el plebiscito especialmente por los más desposeídos. Sin embargo, no logró impedir el traslado decidido por el Gobierno del Presidente José Joaquín Prieto. El cura Vera sólo logró que los pobres de la ciudad permanecieran en el pueblo viejo o arruinado.
4.- Las primeras huelgas de obreros en Chillán desde 1892 en adelante, demuestran la actividad sindical, a pesar de no ser una ciudad industrial ni portuaria. En 1892, se registran dos movimientos huelguísticos: de los ferroviarios, paralizando el transporte de carga; y otro, el de los vendedores del mercado, unos 500, que exigían la prohibición de ingreso de las carretas con frutas y legumbres, exceptuando los días sábados.
En 1905, se realiza en Chillán el Primer Congreso Obrero, que entre otros acuerdos, solicitaba al Gobierno, el término de las inmigraciones. La prensa obrera chillaneja mostraba el discurso de resistencia de los trabajadores hacia el sistema económico imperante.
5.- Durante el período de la llamada “Cuestión Social”, de 1891 en adelante, se destaparon los más serios problemas económicos y sociales que afectaban a los grupos vulnerables de nuestra sociedad, pero al mismo tiempo, mostraban la decisión de estos sectores para enfrentarlos de modo colectivo. Uno de ellos fue el angustiante problema de la vivienda, por el crecimiento demográfico de la ciudad ante el éxodo rural. Entre 1919 y 1925, se crea la Liga de Arrendatarios, que entró en escena, como en otras ciudades, a través de las huelgas de arrendatarios de conventillos que proliferaban, especialmente en las avenidas que cerraban la cuadrícula urbana: Argentina, Ecuador, Collín y Brasil.

Centro Cultural para Chillán; nada nos impide soñar...
p.Gladyz Bornand Pérez /presidente grupo Corp. Tanagra Chillán.
En este momento tenemos la oportunidad de hacer historia. De hacer patrimonio.
Nada nos impide soñar, pensar e imaginar el edificio más moderno y emblemático que Chillán y sus habitantes se merecen tener, un Centro Cultural Integral, un edificio que permanezca a través del espacio tiempo, como un nuevo patrimonio para las nuevas generaciones.
Un edificio especialmente diseñado para nuestra era actual, para nuestras necesidades actuales.
Que perdure 80 años o más en el futuro, cuyo diseño arquitectónico tenga el más adecuado y óptimo funcionamiento en los espacios de acuerdo a las necesidades del desarrollo del Arte y la Cultura en una ciudad pujante.
Un edificio con tecnología moderna, diseñado en forma inteligente y lógica. Que tenga la flexibilidad tanto en la estructura como en los sistemas, para ir adecuándose a las nuevas tecnologías entrantes, incrementando así la vida útil del edificio.
La automatización de las instalaciones con la domótica perfecta. Con ahorro energético y cuidado del medio ambiente, usando nuevas energías renovables, como la energía solar, por ejemplo.
Que sea un Centro Cultural Modelo en Chile, como una manera de demostrar que verdaderamente existe la descentralización.
Que la plusvalía del terreno sea equivalente a su equipamiento, un edificio de 8 pisos, con 3 subterráneos, para salas de exposiciones, bodegas y estacionamientos.
Un teatro principal dotado con todo el decoro necesario y digno de un teatro y sin olvidar la acústica, por supuesto.
Muchos camarines, amplios baños, talleres, salas de ensayo, varias salas para conferencias y distintas otras actividades, una video biblioteca de las artes, oficinas, cafeterías etc.
Resumiendo, que cada disciplina de las artes tenga su espacio bien equipado y lógicamente bien diseñado y distribuido.
Les animo a mirar hacia el futuro, a imaginar, a meditar sobre la posibilidad de tener un edificio nuevo, inteligente y sustentable.
El horizonte siempre es más amplio y más profundo de lo que pensamos.
Démosnos la posibilidad de proponer, solicitar este planteamiento ante el Ministerio de Cultura.
Gladys Bornand Pérez.
En este momento tenemos la oportunidad de hacer historia. De hacer patrimonio.
Nada nos impide soñar, pensar e imaginar el edificio más moderno y emblemático que Chillán y sus habitantes se merecen tener, un Centro Cultural Integral, un edificio que permanezca a través del espacio tiempo, como un nuevo patrimonio para las nuevas generaciones.
Un edificio especialmente diseñado para nuestra era actual, para nuestras necesidades actuales.
Que perdure 80 años o más en el futuro, cuyo diseño arquitectónico tenga el más adecuado y óptimo funcionamiento en los espacios de acuerdo a las necesidades del desarrollo del Arte y la Cultura en una ciudad pujante.
Un edificio con tecnología moderna, diseñado en forma inteligente y lógica. Que tenga la flexibilidad tanto en la estructura como en los sistemas, para ir adecuándose a las nuevas tecnologías entrantes, incrementando así la vida útil del edificio.
La automatización de las instalaciones con la domótica perfecta. Con ahorro energético y cuidado del medio ambiente, usando nuevas energías renovables, como la energía solar, por ejemplo.
Que sea un Centro Cultural Modelo en Chile, como una manera de demostrar que verdaderamente existe la descentralización.
Que la plusvalía del terreno sea equivalente a su equipamiento, un edificio de 8 pisos, con 3 subterráneos, para salas de exposiciones, bodegas y estacionamientos.
Un teatro principal dotado con todo el decoro necesario y digno de un teatro y sin olvidar la acústica, por supuesto.
Muchos camarines, amplios baños, talleres, salas de ensayo, varias salas para conferencias y distintas otras actividades, una video biblioteca de las artes, oficinas, cafeterías etc.
Resumiendo, que cada disciplina de las artes tenga su espacio bien equipado y lógicamente bien diseñado y distribuido.
Les animo a mirar hacia el futuro, a imaginar, a meditar sobre la posibilidad de tener un edificio nuevo, inteligente y sustentable.
El horizonte siempre es más amplio y más profundo de lo que pensamos.
Démosnos la posibilidad de proponer, solicitar este planteamiento ante el Ministerio de Cultura.
Gladys Bornand Pérez.
viernes, 15 de abril de 2011
ESCUELA NORMAL DE PRECEPTORES de CHILLAN
Máximo Beltrán / Guillermo Sepúlveda
p. Corporación Patrimonial Chillán (e.f)
Los profesores normalistas fueron los impulsores de una educación de calidad en Chile; en Chillán no fue la excepción, su Escuela Normal de Preceptores (nombre original) se había fundado el 17 de abril de 1888 y cesó a mediados de los años 70. Ubicada en sus inicios en la calle Deuco (hoy Avenida O´Higgins) frente a Plaza La Victoria y culminando sus días en lo que es hoy el Campus La Castilla de la Universidad del Bío Bío.
Pertenecemos, creemos; a una de las últimas generaciones que recibió la rica educación de aquellos baluartes de un sistema educacional de excelencia y hoy la Corporación Patrimonial Chillán viene agradecer al profesor normalista que nos educó, de aquel que nos enseñó parte de los fundamentos de nuestro desarrollo personal, nos enseñó a ser personas, nos enseñó a ser responsables, nos enseñó a convertirnos en un ser humano. Huelga decir que todo esto en una “escuela pública”, bajo un Estado generoso y cumplidor que nos llevaba de la mano y nos permitió a muchos dar el salto crucial que hoy tantos y tantos está inhibidos de poder efectuar.
Sin duda aquellos profesores llevaron consigo el título de “Maestros”, galardón que solo llevan aquellos que dejan huella, orientan, conducen, con amor acompañan y te ayudan a entrar en el sendero.
Hoy en día en dónde las salas parecen circos y más que educación se enseña como entretener al alumnado en una gran devacle de competencias mercantiles; el legado de estos “maestros” trasciende más allá de las ruinas materiales. ¿Quién no recuerda todavía esas lecciones de disciplina, pero más allá, de autodisciplina escolar? ¿Acaso las modalidades más “modernas” han logrado lo que, con sólo pocos años, aprendimos con los profesores normalistas? Cuando la educación era vocación; estos héroes existieron y, esperamos que ese legado trascienda más allá de unas cuantas generaciones; en ello estamos maestros, gracias. Pero esto no es congelar el pasado, sino fundamentalmente reconocerse en el pasado para empezar a reconstruir una Educación para Chillán con todo lo que fuimos y somos.
Al profesor Normalista nuestro gran reconocimiento y que sea este un llamado hacia la recuperación de sus enseñanzas que aún siguen en la mirada de la eternidad histórica.

Escuela Normal de Preceptores (nombre original) de Chillán, ubicada en calle Deuco(hoy Avenida O`Higgins), 1927.

Escuela Normal de Preceptores (nombre original) de Chillán, ubicada en calle Deuco (hoy Avenida O`Higgins), 1910.
p. Corporación Patrimonial Chillán (e.f)
Los profesores normalistas fueron los impulsores de una educación de calidad en Chile; en Chillán no fue la excepción, su Escuela Normal de Preceptores (nombre original) se había fundado el 17 de abril de 1888 y cesó a mediados de los años 70. Ubicada en sus inicios en la calle Deuco (hoy Avenida O´Higgins) frente a Plaza La Victoria y culminando sus días en lo que es hoy el Campus La Castilla de la Universidad del Bío Bío.
Pertenecemos, creemos; a una de las últimas generaciones que recibió la rica educación de aquellos baluartes de un sistema educacional de excelencia y hoy la Corporación Patrimonial Chillán viene agradecer al profesor normalista que nos educó, de aquel que nos enseñó parte de los fundamentos de nuestro desarrollo personal, nos enseñó a ser personas, nos enseñó a ser responsables, nos enseñó a convertirnos en un ser humano. Huelga decir que todo esto en una “escuela pública”, bajo un Estado generoso y cumplidor que nos llevaba de la mano y nos permitió a muchos dar el salto crucial que hoy tantos y tantos está inhibidos de poder efectuar.
Sin duda aquellos profesores llevaron consigo el título de “Maestros”, galardón que solo llevan aquellos que dejan huella, orientan, conducen, con amor acompañan y te ayudan a entrar en el sendero.
Hoy en día en dónde las salas parecen circos y más que educación se enseña como entretener al alumnado en una gran devacle de competencias mercantiles; el legado de estos “maestros” trasciende más allá de las ruinas materiales. ¿Quién no recuerda todavía esas lecciones de disciplina, pero más allá, de autodisciplina escolar? ¿Acaso las modalidades más “modernas” han logrado lo que, con sólo pocos años, aprendimos con los profesores normalistas? Cuando la educación era vocación; estos héroes existieron y, esperamos que ese legado trascienda más allá de unas cuantas generaciones; en ello estamos maestros, gracias. Pero esto no es congelar el pasado, sino fundamentalmente reconocerse en el pasado para empezar a reconstruir una Educación para Chillán con todo lo que fuimos y somos.
Al profesor Normalista nuestro gran reconocimiento y que sea este un llamado hacia la recuperación de sus enseñanzas que aún siguen en la mirada de la eternidad histórica.

Escuela Normal de Preceptores (nombre original) de Chillán, ubicada en calle Deuco(hoy Avenida O`Higgins), 1927.

Escuela Normal de Preceptores (nombre original) de Chillán, ubicada en calle Deuco (hoy Avenida O`Higgins), 1910.
lunes, 4 de abril de 2011
ESCUELA MEXICO & MUSEO
p.Máximo Beltrán / Guillermo Sepúlveda
Corporacion Patrimonial Chillán (e.f.)


Otra vez la presencia foránea intenta modificar algo ya establecido en pos de un sueño de pocos. Me refiero a la Escuela México, que insistentemente el sr. Mariano Fernández pretende convertir en museo. Huelga decir que discrepo ante tan descabellada idea, propiciada por un sr, que no es de los nuestros.
La Escuela México ya es un Museo, quizás no de aquellos templos del saber que manejan las llaves unos pocos, sino de aquellos Museos que estan insertos en la comunidad y que se funden en el tránsito de cada dia.
Pretender desalojar a la Comunidad Eduactiva del gran Museo al aire libre como son sus Murales; y dejar el actual edificio como museo se romperia el sueño de aquellos hombres del 1940 que fundieron el rol cultural de aquellos insignes murales con el rol educativo; que dio una pléyade de hombres chillanejos que vivieron sus letras primarias con el goce estético de una obra inigualable en la historia de Chile.
El desarraigo que propicia el sr. Fernández es similar al que alguna vez hicieron los nuestros cuando de forma antojadiza decidieron tapar los adoquines a favor del seudo-progreso y que continuaron los del presente con la total desmantelación de una de las marcas identitarias de aquel Chillán del 1900.
La Gran Labor Educativa de la afamada Escuela México exige una mayor apertura hacia la acción de los gestores de la Cultura. Esto explica tan desatinadas propuestas. Se cree que “encerrando la cultura” se podrá conservar el Patrimonio, cuando en realidad es la generación de espacios públicos de reflexión y acción cultural los que en realidad permiten a una Comunidad surgir y salir adelante. Es hora de pensar en la posible generación de un Centro Cultural Escuela México y hacerlo caminar en pro de mayores actividades para con la Comunidad de Chillán en su Totalidad. Esto implica no sólo la apertura externa sino que además la colaboración de todos los estudiantes pertenecientes a tan prestigiosa Institución Pública. Posiblemente en años venideros podremos ver Escuadras Culturales formadas por Estudiantes: artistas, pintores, poetas, pero además, matemáticos, científicos sociales e historiadores.
Los invito a reflexionar para que tengamos cuidado y dejar constancia pública que un gran número de Chillanejos estamos en desacuerdo ante la tajante insolencia por nuestra memoria que propician un grupo no menor que amparados en la escuela del facilismo destruyen a destajo lo que construyeron los hombres grandes de nuestra tierra.

Corporacion Patrimonial Chillán (e.f.)


Otra vez la presencia foránea intenta modificar algo ya establecido en pos de un sueño de pocos. Me refiero a la Escuela México, que insistentemente el sr. Mariano Fernández pretende convertir en museo. Huelga decir que discrepo ante tan descabellada idea, propiciada por un sr, que no es de los nuestros.
La Escuela México ya es un Museo, quizás no de aquellos templos del saber que manejan las llaves unos pocos, sino de aquellos Museos que estan insertos en la comunidad y que se funden en el tránsito de cada dia.
Pretender desalojar a la Comunidad Eduactiva del gran Museo al aire libre como son sus Murales; y dejar el actual edificio como museo se romperia el sueño de aquellos hombres del 1940 que fundieron el rol cultural de aquellos insignes murales con el rol educativo; que dio una pléyade de hombres chillanejos que vivieron sus letras primarias con el goce estético de una obra inigualable en la historia de Chile.
El desarraigo que propicia el sr. Fernández es similar al que alguna vez hicieron los nuestros cuando de forma antojadiza decidieron tapar los adoquines a favor del seudo-progreso y que continuaron los del presente con la total desmantelación de una de las marcas identitarias de aquel Chillán del 1900.
La Gran Labor Educativa de la afamada Escuela México exige una mayor apertura hacia la acción de los gestores de la Cultura. Esto explica tan desatinadas propuestas. Se cree que “encerrando la cultura” se podrá conservar el Patrimonio, cuando en realidad es la generación de espacios públicos de reflexión y acción cultural los que en realidad permiten a una Comunidad surgir y salir adelante. Es hora de pensar en la posible generación de un Centro Cultural Escuela México y hacerlo caminar en pro de mayores actividades para con la Comunidad de Chillán en su Totalidad. Esto implica no sólo la apertura externa sino que además la colaboración de todos los estudiantes pertenecientes a tan prestigiosa Institución Pública. Posiblemente en años venideros podremos ver Escuadras Culturales formadas por Estudiantes: artistas, pintores, poetas, pero además, matemáticos, científicos sociales e historiadores.
Los invito a reflexionar para que tengamos cuidado y dejar constancia pública que un gran número de Chillanejos estamos en desacuerdo ante la tajante insolencia por nuestra memoria que propician un grupo no menor que amparados en la escuela del facilismo destruyen a destajo lo que construyeron los hombres grandes de nuestra tierra.


domingo, 3 de abril de 2011
Religiosidad en Chillán: Entre el Hispanismo y el Tradicionalismo Local.
Guillermo Sepúlveda Castro
Licenciado en Sociología y Gestor Cultural



Si lo que se pretende es hablar de la religiosidad en Chillán no podemos negar su gran diversidad, la cual sin lugar a dudas es una de las características socio-culturales más manifiestas a la hora de hablar de la espiritualidad chillaneja. Esto, desde sus inicios como comunidad orgánica ha sido así y es muy probable que permanezca vivo en la retina de quiénes pertenecemos a esta Tierra.
En sus inicios, las primeras órdenes religiosas que empezaron a instalarse en tierras chilenas fueron diversas. Cuentan las crónicas que Don Diego de Almagro ya traía en sus empresas de conquista a los representantes históricos de la actual Orden de la Merced ubicada actualmente al frente del Mercado de Chillán. Junto a ella además acompañan el bautizo sagrado del territorio: Dominicanos y Franciscanos. Estos últimos con un fuerte arraigo monárquico, lo cual sin duda marcó la historia viva de los miembros de la comuna de Chillán, tal y como lo atestiguan autores como Valenzuela (2005) en un artículo altamente esclarecedor denominado: “Los franciscanos de Chillán y la Independencia: Avatares de una Comunidad Monarquista”.
Como es posible visualizar la religiosidad cristiana ha sido una tendencia cultural fuertemente ligada a la fundación de la comuna. Es así como las creencias del nazareno aún siguen fuertemente edificadas y con un amor patrimonial aún vivo. Como reflejo de ello es el no querer (generalizado) demoler el Templo de las Carmelitas o el guiarse al ritmo de las “Campanadas de la Catedral”. Muchas son las facetas de este espíritu religioso, apelando desde el “sentido patrimonial” y llegando inclusive hasta nuestros dialectos en privado.
Contemporáneamente muchos hablan de la pérdida de este espíritu, pero si uno realiza el ejercicio de escuchar y comprender el dialecto del chillanejo, pronto dará cuenta que esto no es así. El ejemplo más claro de ello es la forma de designar las la mayoría de las Plazas de la comuna, las cuales son denominadas por sus Templos Cristianos más próximos y no por su nomenclatura histórico-militar: Plaza Sargento Aldea (llamada “La Merced”), Plaza General Lagos (denominada “San Francisco”) , Plaza Héroes de Iquique (llamada “Santo Domingo).
Son estas marcas culturales las que han hecho de la religiosidad chillaneja el girar en torno a un Tradicionalismo Histórico, emergente desde los primeros años de la fundación de la comuna, pero a la vez por el culto diverso hacia diversas santidades aún vigentes. El Alma de Chillán vive aún en las sombras de esos templos sagrados y sacralizados por sus propios miembros. Es tarea de todos reconocer la enorme historia religiosa que posee esta comuna, tierra aún poderosamente mística y arraigada en altivas virtudes de religiosidad cristiana e hispánica.

Licenciado en Sociología y Gestor Cultural



Si lo que se pretende es hablar de la religiosidad en Chillán no podemos negar su gran diversidad, la cual sin lugar a dudas es una de las características socio-culturales más manifiestas a la hora de hablar de la espiritualidad chillaneja. Esto, desde sus inicios como comunidad orgánica ha sido así y es muy probable que permanezca vivo en la retina de quiénes pertenecemos a esta Tierra.
En sus inicios, las primeras órdenes religiosas que empezaron a instalarse en tierras chilenas fueron diversas. Cuentan las crónicas que Don Diego de Almagro ya traía en sus empresas de conquista a los representantes históricos de la actual Orden de la Merced ubicada actualmente al frente del Mercado de Chillán. Junto a ella además acompañan el bautizo sagrado del territorio: Dominicanos y Franciscanos. Estos últimos con un fuerte arraigo monárquico, lo cual sin duda marcó la historia viva de los miembros de la comuna de Chillán, tal y como lo atestiguan autores como Valenzuela (2005) en un artículo altamente esclarecedor denominado: “Los franciscanos de Chillán y la Independencia: Avatares de una Comunidad Monarquista”.
Como es posible visualizar la religiosidad cristiana ha sido una tendencia cultural fuertemente ligada a la fundación de la comuna. Es así como las creencias del nazareno aún siguen fuertemente edificadas y con un amor patrimonial aún vivo. Como reflejo de ello es el no querer (generalizado) demoler el Templo de las Carmelitas o el guiarse al ritmo de las “Campanadas de la Catedral”. Muchas son las facetas de este espíritu religioso, apelando desde el “sentido patrimonial” y llegando inclusive hasta nuestros dialectos en privado.
Contemporáneamente muchos hablan de la pérdida de este espíritu, pero si uno realiza el ejercicio de escuchar y comprender el dialecto del chillanejo, pronto dará cuenta que esto no es así. El ejemplo más claro de ello es la forma de designar las la mayoría de las Plazas de la comuna, las cuales son denominadas por sus Templos Cristianos más próximos y no por su nomenclatura histórico-militar: Plaza Sargento Aldea (llamada “La Merced”), Plaza General Lagos (denominada “San Francisco”) , Plaza Héroes de Iquique (llamada “Santo Domingo).
Son estas marcas culturales las que han hecho de la religiosidad chillaneja el girar en torno a un Tradicionalismo Histórico, emergente desde los primeros años de la fundación de la comuna, pero a la vez por el culto diverso hacia diversas santidades aún vigentes. El Alma de Chillán vive aún en las sombras de esos templos sagrados y sacralizados por sus propios miembros. Es tarea de todos reconocer la enorme historia religiosa que posee esta comuna, tierra aún poderosamente mística y arraigada en altivas virtudes de religiosidad cristiana e hispánica.


viernes, 25 de marzo de 2011
Vicente Méndez Urrejola ( 1858 - 1929)

p.Patricia Orellana
Dn.Vicente Amador Méndez Urrejola, uno de los personajes más destacados de la zona. Durante trece años fue intendente de Ñuble, cargo que desempeñó con tanto acierto que es recordado por su labor de progreso y desarrollo y como una de las autoridades más importantes de la provincia, en la perspectiva del tiempo. De hecho una de las arterias principales de nuestra ciudad lleva su nombre, “Avenida Vicente Méndez Urrejola”. ¿Cuánto se conoce hoy de este ilustre ciudadano y excelente servidor público?
En una sencilla tumba en el Cementerio Municipal descansan sus restos. Tal vez sería interesante un recordatorio más justo y eficiente, con aquellos que tanto entregaron en vida a Chillán y su comunidad.
Manuel Antonio Grez Ibáñez, médico, reside en Linares, y es bisnieto de don Vicente, recuerda con orgullo este aniversario de su fallecimiento. “Me gustaría saber si se ha cumplido aquello que se dijo ante su tumba el día de sus funerales y que registró tan minuciosamente el diario LA DISCUSIÓN, que su ejemplo sería recordado por las generaciones venideras”.

DON VICENTE: SERVIDOR PUBLICO
Nació en Concepción un 5 de abril de 1858; hijo de Francisco Méndez Urrejola y de Leonor Urrejola Unzueta de Méndez, realizó sus estudios en el Seminario, entre otros establecimientos educacionales. Al fallecer su padre se radica en Chillán, con el propósito de administrar los fundos “Bustamante” y “El Colchón”, que conformaban parte de su herencia. Crónicas de la época señalan que, caballeroso e inteligente, supo ganarse en breve tiempo un espacio destacado en la sociedad chillaneja. Resaltaba, entre sus cualidades su gran espíritu público y su proverbial generosidad. Casó en primeras nupcias con Amelia Mathieu; al enviudar desposa a Elena Binimelis y más tarde a Olimpia Ibáñez.
El año 1907 asume como intendente de Ñuble, cargo en el que sirvió durante trece años. Es recordado por la gran labor realizada, que trajo progreso y desarrollo a la provincia. Deja la Intendencia en 1920 para dedicarse a sus asuntos personales. Fueron numerosas las obras llevadas a cabo bajo el impulso de este buen servidor público. Destacan entre estas, el Tren Chico a las Termas, la concreción finalmente del hermoso edificio de la Intendencia, que se perdió para el terremoto de 1939.
Las obras de alcantarillado y de mejoramiento del servicio de agua potable para Chillán, fueron uno de los grandes logros de su período; tarea que llevó a cabo con otro destacado servidor público, el médico José María Sepúlveda Bustos, en ese entonces alcalde de Chillán. El sentido de la justicia, igual para todos, llevó a don Vicente a la construcción de la Población Obrera y a la fundación de entidades para este segmento de la población. Además le cabe gran responsabilidad en la instalación en la Plaza de Armas del monumento al Padre de la Patria; fue impulsor también del ferrocarril a Rucapequén en primera instancia, luego a Confluencia y más tarde a Tomé.
Manuel Grez, su bisnieto, asegura que ha conocido todas estas grandes obras y adelantos para Chillán a través de la familia y sus obras. Orgulloso de sus orígenes, asegura que “sin duda fue un personaje especial, que es recordado por sus cualidades y bondades”.


Don Vicente falleció el 2 de marzo de 1929, a la edad de 71 años, en el Hospital de la Caridad de Chillán, establecimiento que favoreció constantemente con su reconocida generosidad. Su muerte produjo consternación y pesar público. Una apendicitis no reconocida a tiempo volvió infructuosos los esfuerzos desplegados por médicos y su familia por salvarle la vida. LA DISCUSION relata paso a paso los días previos a su muerte, su deceso y los funerales masivos. Fervoroso católico, recibió del obispo Martín Rücker los sacramentos y en sus funerales, luego de la intervención de numerosas oradores, fue quien tuvo a su cargo el responso final.
La Discusión 26 de marzo de 1929
IMPONENTES RESULTARON LOS FUNERALES DEL EX –INTENDENTE DE ÑUBLE, DON VICENTE MÉNDEZ URREJOLA
A la misa de honras, que se ofició en el Templo de los Carmelitas, asistió una concurrencia desbordante, formada por los elementos más representativos de Chillán y de la provincia entera.- La concurrencia de los restos al Cementerio.
Los discursos.- El intendente habló en representación del Gobierno.- El Alcalde lo hizo a nombre de la ciudad.
A las diez de la mañana del Domingo recién pasado se llevaron a efecto con toda solemnidad los funerales del ex- Intendente de Ñuble e ilustre hombre público, don Vicente Méndez Urrejola.
LA MISA DE HONRAS
A la hora anunciada se dio comienzo a la misa de honras por el descanso del alma del extinto en el Templo de los Padres Carmelitas.
El Templo se encontraba enlutado en forma imponente. En la nave central se erigió el túmulo sobre el cual se colocó la urna mortuoria, cubierta de coronas
EN EL CAMPO SANTO
Llegado el cortejo al Cementerio, se condujo la urna hasta la sección de nichos donde iban a ser depositados los restos mortales.
No menos de quinientas personas se encontraban presentes en esta ceremonia, sin que fuera posible materialmente anotar sus nombres.
LOS DISCURSOS
Antes de procederse a la inhumación de los restos, hicieron uso de la palabra las siguientes personas.
El Intendente de la Provincia, don Emilio Günther, en representación oficial del Gobierno.
(Don Emilio Günther Ulbrich nació el 25 de julio de 1978. Marino de carrera, estudió en el Escuela Naval, cadete y capitán de navío en 1924.Intendente de Llanquihue y Chiloé en 1927, en el primer período presidencial de Carlos Ibáñez. Ayudó en la formación de la comuna de Fresia. Alcalde de Puerto Montt en el año 1928, una de sus calles lleva su nombre. Docente en liceo de niñas de Valdivia.)( Tenía 48 años)
El Alcalde de la Comuna, don Armando Martín a nombre de la ciudad.
(Don Armando Martín Villalobos, nació en Chillán el 28 de marzo de 1891, Agricultor, Diputado y filántropo. Regidor y alcalde de Chillán. Diputado por Chillán, Bulnes y Yungay entre los años 1937-1941.Director del partido Liberal. Intendente de Ñuble .Durante el terremoto del 39 donó terrenos para el hospital, (que lleva el nombre de su tía paterna) y para la catedral. En 1939 apoyó con su voto la creación de la CORFO. Murió en Chillán el 25 de julio de 1969.)( Tenía 78 años)
El Presidente del Rotary Club, don Guillermo Jones.
El señor J.M. Flores Millán quien se refirió al reconocido desprendimiento y filantropía de don Vicente Méndez.
Finalmente habló don Santiago Fernández, a nombre del Magisterio Primario de Ñuble.
Damos a continuación algunos de los discursos.
Discurso del señor Intendente de la Provincia (Don Emilio Günther)
“Señores”:
“El Excmo. Señor Presidente de la República (primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo) me ha encomendado el honroso encargo de representarlo en los funerales del eminente ciudadano y servidor público don Vicente Méndez Urrejola; al mismo tiempo es este un penoso deber pues de un hombre que supo ligarse con hondos y afectuosos lazos a esta ciudad y a esta Provincia.
El señor Méndez, no obstante ser un hijo de Concepción dedicó sus mejores energías a servir a esta zona. Su recuerdo vivirá perennemente en esta Provincia a la que sirviera con tanto civismo y en donde están como testigos de su labor innumerables obras de progreso. Entre otras es justo recordar que a él se deben principalmente el Ferrocarril a las Termas, la construcción de la Casa Consistorial, el Alcantarillado y mejoramiento del Servicio del Agua Potable.
Distinguieron al señor Méndez notables virtudes de caballero sin tacha y de mandatario meritísimo; a su alrededor se acallaron pasiones y se olvidaron intereses para seguir únicamente la línea que su ideal le trazaba para servir a esta tierra a la que dio sus mejores afectos y mejores energías.
En la amplia labor desarrollada en la Intendencia de Ñuble y en su vida privada por el extinto es justo recordar como un nuevo galardón para su memoria, que no olvidó el auxilio a los desamparados, los que un noble rocío de su corazón recibieron jenerosa ayuda.
Caracteres como los del señor Méndez son una felicidad para los pueblos en que viven y deben señalarse como un ejemplo a las generaciones que se levantan.
Señores; su recuerdo cariñoso de hombría de bien, su caballerosidad única vivirá eternamente entre nosotros y sus obras serán recordadas por las generaciones venideras haciendo llegar hasta su tumba fría sentimientos de un afectuoso recuerdo.”
Del Presidente del Rotary Club, don Guillermo Jones
“Señores”:
“La ciudad de Chillán se ha sentido profundamente conmovida con el sensible fallecimiento de uno de sus elementos más distinguidos. En medio de la consternación de sus amigos ha emprendido el viaje eterno don Vicente Méndez Urrejola. Caballero de condiciones excepcionales,
gran señor en todos sus actos. Su nombre y su recuerdo permanecerán entre aquellos que pudieron conocerlo y especialmente entre aquellos que supieron apreciar las bondades de su corazón y la nobleza de sus sentimientos.
De noble y arrogante fisonomía, de inteligencia vigorosa, todo en él predisponía al respeto y al cariño de cuantos lo trataban.
Y para que referirse a su filantropía proverbial. Pudo faltarle en ocasiones con que atender a sus necesidades más premiosas pero su corazón y su fortuna estaban siempre listos al servicio de los demás.
No pretendo poder hacer en estos momentos hacer un bosquejo de la personalidad de este caballero sin tacha que deja entre nosotros un sitio que siempre permanecerá vacío: quiero solo con estas modestas palabras el más cordial y cariñoso homenaje en nombre de sus amigos a sus virtudes y a su recuerdo que sabremos conservar rodeado del respeto y del afecto más sincero.
De don José Manuel Flores Millán, (notable vecino y hombre público, casado con Rosa A. Castelli, padres de Víctor, quien fuera el cuarto presidente del Colegio de Abogados de Chillán)
.
“Señores”:
“No llego hasta este sitio a poner de relieve las virtudes que adornaban a don Vicente Méndez Urrejola como mandatario progresista que amó intensamente esta región y dejó huellas imborrables de su gran iniciativa y espíritu público.
No vengo a recordar al caballero sin tacha, jenuino representante de los antiguos hidalgos castellanos.
No llego hasta aquí trayendo la aguda ocurrencia de la frase jenial que en labios de don Vicente era como el estilete más sutil y lapidario hasta matar la reputación de falsos super hombres.
Vengo a esta tumba trayendo el delicado perfume de la gratitud de aquellos innumerables pobres que siempre encontraron pródigas y abiertas al bien las jenerosas manos de don Vicente.
Vengo representando a aquellos que a estas horas musitan la más sentida plegaria por el hombre sin egoísmo que rompiendo convencionalismos y añejos prejuicios elevó su espíritu y su acción a las más puras regiones de humanidad y verdad.
Ojalá que sobre esta tumba florezca la flor que penetre el corazón de tantos egoístas que cruzan la vida sin hacer el menor bien a nadie y sin dejar tras si el menor recuerdo ni la más pobre gratitud”.
Homenaje del Magisterio
Una comisión designada por el Director Provincial de Educación y compuesta por la señorita Ema González Núñez, Directora de la Escuela Completa N°10 , don Juan Santiago Fernández Lagos, jefe de la sección contabilidad de la Dirección Provincial, don Abraham Sepúlveda Pizarro, Inspector Escolar del Departamento de Chillán y don Miguel Ortega González, Director de la Escuela Completa N°12 de Chillán, depositó en la loza fúnebre una artística corona con la siguiente dedicatoria: El Magisterio Primario de Ñuble a don VICENTE MÉNDEZ URREJOLA. Chillán 23 de marzo de 1929.
El señor Juan Santiago Fernández Lagos (Jefe de sección de contabilidad de la Dirección Provincial de Educación) leyó el discurso que damos a continuación y que pronunció en nombre del Magisterio Primario.
“Señores”:
“Como lección objetiva para futuras generaciones el Magisterio Primario recoje la augusta vida pública y privada de don VICENTE MÉNDEZ URREJOLA, su extraordinario empuje y prodigiosas iniciativas en bien de Chile, sus sobresalientes cualidades de caballerosidad, gran señor y singulares facultades de realización.
En su muy noble tarea de atender todas las necesidades, todos los servicios de la Provincia, demostró poseer el mágico talismán que auna voluntades, coordina ideales y hace imbatible toda cooperación social.
Durante el tiempo que actuó como Primer Mandatario de la Provincia, ligó su nombre a positivas obras de bienestar social y de imperecedero recuerdo en el progreso regional de Chile;
El Buen Pastor, el Hospital de la Caridad, instituciones obreras, servicios de agua potable y alcantarillado de la ciudad, la casa Consistorial y el Ferrocarril a las Termas son elocuentes testigos.
Abnegado servidor del pueblo, ferviente propulsor del progreso regional de Ñuble, la Escuela Primaria, a quien represento aquí, subraya vuestro nombre al lado de los preclaros hijos de Chile, como ejemplo palpitante del esfuerzo constructivo de los hombres selectos”.
(Hablaron en nombre de la familia su primo y Presidente de la Cámara de Diputados, José Francisco Urrejola Menchaca, (tenía 48 años), su primogénito, Vicente Méndez Mathieu (tenía 49 años) y su hijo abogado, regresado de USA, Octavio Méndez Binimelis, (tenía 31 años) quienes valoraron la personalidad de Don Vicente y agradecieron a nombre de la familia su asistencia a tan emotivo acto)
El responso final
Terminados los discursos, el Iltmo. Señor Obispo de la Diócesis, Mons. Dr. Martín Rücker Sotomayor, dio el responso final, con lo cual se dio por terminada la ceremonia de sepultación de los restos del respetable y distinguido caballero, don Vicente Méndez Urrejola, cuyo sensible fallecimiento ha sido tan hondamente sentido en todos los círculos de la Provincia de Ñuble y en el país entero.
Despidieron el duelo los miembros de la familia del extinto.
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