jueves, 31 de mayo de 2012

La República de SANTA ELVIRA

Autor: Lionel Yáñez Merino. Publicación Diario La Discusión – Chillan 1985

(Introducción-Máximo Beltrán)...Aquí estoy de nuevo...hojeando, remendando, armando y desempolvando historias, para que las tensiones del origen, sean menores; por lo menos esa catarsis me ha servido, espero que a ustedes también los ayude a recuperar y re-armar la memoria que fragilmente un día sin querer se extravió.

He descubierto este bello escrito, en un diario de La Discusión de Chillán, referente al patrimonial barrio de Santa Elvira. Desconozco su fecha,el implacable corte de la tijera, como un acto de salvar este testimnio, no se percató de la fecha; en fin, después de su lectura de este recorte testimonial, estimo que debe ser por el 1985, si me equivoco, se que sabrán entender, ya que con tantas fechas en mi mente, a veces ya no se cuanta edad tengo.

Vuelvo a Santa Elvira, y vuelvo en otoño, en invierno y en verano, los dejo con el aporte del sr. Lionel Yañez, que tituló "La república de Santa Elvira".


Cruz de Rifo, Avenida Francia, Santa Elvira, más allá la inundación y el “Tren chico” retornando de Recinto, con pitazos y rezongos regresando a la estación.
Lo anterior que pareciera una letra de tango, escrita por el compositor Homero Manzi; es una semblanza de la población Santa Elvira a principios del s. XX, uno de los barrios más antiguos de Chillán.

A fines del s. XIX, el proceso de migración de la población rural a la ciudad de Chillán se acrecienta y los nuevos pobladores empiezan a ocupar terrenos agrícolas en la periferia urbana, dando lugar a otros loteos y quintas para pequeños propietarios.
El ingreso norte a la ciudad de Chillán, hasta el año 1950, era entrando por calle Dieciocho. En el enlace de ambas arterias, en su paso por Avenida Ecuador, se levantó por muchos años una cruz, que todo el mundo llamaba la Cruz de Rifo, allí tenía su primer paradero el tren, que corría paralelo a Ecuador, en demanda de la estación sub urbana de Santa Elvira, ubicada casi al llegar a la actual Avenida Vicente Méndez, en su viaje al cordillerano Recinto.

Según nuestras investigaciones, la “Cruz de Rifo” tiene su origen, en un señor de apellido Rifo, dueño de la esquina norte de Avenida Francia, que tenía un restaurante, donde se reunían, entre otros, los arrieros en su paso a los campos de pastoreo de Atacalco adentro. Un día con alcohol en el cuerpo el “tren chico” acabó con su vida. Su viuda de nombre Elvira, empezó a vender sitios y a donar otros a familias pobres, se le recuerda como benefactora de obras sociales. En agradecimiento la gente empezó a llamar a todo el sector Santa Elvira.


En Santa Elvira, aún palpitan las tradiciones y costumbres del barrio antiguo, en sus veredas, los vecinos se saludan cada mañana y en las noches de invierno, aún se escuchan viejos pregones: “Castañas, y piñones calentitos”; “Mote mei pelado y bueno, calentito el mote mei”.

Pareciera que el tiempo se ha quedado detenido, en sus rincones; todavía se vende cabón vegetal por decálitros, quedan herrerías con fraguas de fuelle, que fabrican herraduras artesanales, las peluquerías y modistas de barrio le dan un aire evocador y nostálgico.

El terremoto de 1939, cambió la cara de todas sus calles, el desplome fue enorme, sin embargo, las pocas que quedaron en pie, son hoy día un valioso testimonio arquitectónico de las construcciones antiguas. Las casas que quedan en Avenida Francia y Cancha Rayada esquina Sotomayor, son visitadas por arquitectos y construcctores, en busca de los orígenes y vestigios de la casa sub urbana chilena.

Los pintores Gumercindo Oyarzo y Ramón Toro Gutiérrez, recrearon en sus telas sus frontis, cornisas y dinteles. Los fotógrafos de calendario, también hacen de lo suyo.
La vertiente manantial, que florece en las inmediaciones de la calle Cancha Rayada, actualmente es patrimonio de identidad de Santa Elvira. La cantidad de agua que emerge siempre es la misma, tibia en invierno, helada en verano. La ciudad de Chillán se abasteció de su agua para el terremoto de 1939.


El desagüe a la calle República de la vertiente, da lugar al lavadero, que aún hoy es usado para lavar ropa. Con la aparición de las lavadoras automáticas fueron desapareciendo las antiguas “lavanderas de Santa Elvira”. Según recordaba la antigua vecina Marta Leontina Ulloa Urrejola, nacida en 1912: “las mujeres modestas del barrio, tomaban lavados de la gente del centro para ganar el sustento”. Se recuerdan algunas; las sras. Doralisa Pacheco y Ramona, etc. Muchos pintores plasmaron en sus cuadros este noble oficio. En verano los niños del sector chapoteaban en sus aguas limpias y refrescantes.

La planta eléctrica que abasteció de energía, hasta la llegada de la Endesa a Chillán, se ubicaba en el centro de la población. El canal surtidor que alimentaba la planta, la cruza hoy en día en toda su extensión.

Hasta avanzada la década del 50, Santa Elvira, ubicada en el sector nororiente de Chillán, estaba separada de la ciudad por un extenso campo desocupado, sus calles principales son San Martín, Campaña, República, Sotomayor, Freire, Luis Vicentini, etc. Al norte ella, hoy se ubica la Población Arturo Prat.

Gran parte de sus primeros pobladores, eran originarios de la ruralidad de las comunas de San Nicolás, Portezuelo y San Carlos, todos con una gran religiosidad asistidos por los Padres de Santo Domingo. Después del terremoto de 1939 muchos maestros de la construcción que vinieron a trabajar a Chillán en la reconstrucción, trajeron sus familias o formaron, quedándose a vivir en Santa Elvira.

Hoy día el abanico gastronómico de Santa Elvira es famoso, variado y reconocido en la región. Antiguamente brillaron “El negro bueno”, “La tía Amelia”, “Donde torito”, “La chapa”, “El chiflón del diablo”, “La catedral”, “Doña meche”, “El Coihueco”, “El Colo Colo” etc.

Hoy día destacan, entre otros “El Chapu”, “El chancho con chaleco”, “El Portón de lata, “La señora Pecha”, “Donde Omar”, “El San Antonio”, el clásico “La Motoneta” y ese fogón de la chilenidad que es “Donde Palavecino”. El negocio de abarrotes “El gato Félix”, aporta el viejo encanto de los almacenes de antaño.

Destacadas personalidades, vivieron en algún momento de sus vidas en Santa Elvira. Su “alcalde” don Vitalino Pedreros, regidor de Chillán en la década del 60, el prestigioso acuarelista don Baltazar Hernández, vivió en la llamada “Villa María”, la familia de los espueleros Santana, el pintor y escultor, don Antón Sepúlveda, etc.
Los clubes deportivos San Martín y Junior, son puntos de encuentro recreacional.
Rodeada de nuevas poblaciones, por el crecimiento de la ciudad. Santa Elvira lucha por conservar su identidad y memoria…(Lionel Yáñez)

3 comentarios:

  1. Mi bisabuelo Jose Darìo Osses vivio en Santa Elvira calle Republica 187.

    Saludos desde Perth

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  2. Hola¡¡
    muy útil la info que entregas.
    Sabrás como se originó la población Irene Frei?
    No he podido encontrar información acerca de esto.
    Gracias¡¡

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  3. Hola¡¡
    Será que tienes información de como se formó la población Irene Frei?
    He buscado pero no he podido encontrar.
    Gracias desde ya¡

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