miércoles, 23 de abril de 2014

Distinción “Gobernación de Ñuble”










El 5 de marzo de este año, recibí la Distinción “Gobernación de Ñuble”, en el Decreto Nº 363, en sus partes dice:

VISTOS:
1).- El Artículo Nº 116 de la Constitución Política de la República, referido a Gobierno y Administración Provincial.
2).- La Ley Nº 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional.
3).- El Decreto Nº 289 del 11.03.2010, del Ministerio del Interior, que nombra Gobernador Provincial de Ñuble.
4).- La Resolución Nº 1600 del 30 de octubre de 2008, de la Contraloría General de la República.

CONSIDERANDO:
Que, se ha resuelto conferir la Distinción “Gobernación Provincial de Ñuble” a personas e instituciones de la Provincia, por sus destacados aportes durante el año 2013.

Que, las Gobernaciones tienen a su cargo la administración superior de la respectiva provincia y, en este entendido, son entidades calificadas para reconocer el mérito de sus vecinos, efectuándolo de manera pública y notoria, para conocimiento de su población.

RESUELVO:

OTÓRGASE la Distinción “Gobernación Provincial de Ñuble” a:

-Don Máximo Beltrán Fuentes, por su valioso aporte en el rescate del patrimonio histórico y cultural de la provincia.



ANÓTESE, COMUNÍQUESE Y ARCHÍVESE.



EDUARDO DURAN SALINAS
GOBERNADOR PROVINCIAL DE ÑUBLE





Comparto con ustedes este reconocimiento...
y les dejo estas palabras de agarecimientos que dije ante la asamblea.

“Hace 40 años regresamos a Chillan, y hablo como familia; recuerdo claramente ese día, era el 9 de marzo de 1974, nos bajámos del tren al medio día, mis padres, mis tres hermanos, 5 maletas, de esas grandes y un corazón ansioso y también triste, dejaba atrás mi pueblo natal. Mi familia pertenecía a la diáspora de 1939, el año en que Chillan se desmembró, cambio de rumbo y quizás el reloj quedó paralizado para siempre, así lo creí, así lo creía.

De esa familia la única que regresó fue mi madre, conservando los recuerdos de los viejos y un gran álbum familiar oral, de abuelos, tíos y primos desconocidos; así, de un de repente me encontré buscando rostros, miradas, en fotos viejas que mañosamente rasguñaba, tratando de completar trozos de mi historia de uno de los últimos recuerdo en esa procesión de los muertos donde anestesiados fueron a dejar a los suyos al cementerio local para después dejar Chillán para siempre.

Esa oralidad, que en el sur me contaban, que en Chillán ni los gorriones estaban con vida, que Chillán había quedado en silencio, que el ruido de las carretas y carretones cada cierto tiempo se interrumpía por el de los camiones repletos de historias; ese recuerdo que indudablemente me llegaba a través de conversaciones, de niño las dejé atrapadas y las conserve como un tesoro augurando el día del regreso, así de niño reconstruí este pueblo imaginario, de calles imaginarias, de flasches fantasmagóricos que al bajar del tren fui atando fuertemente, hoy me imagino que debiera simbólicamente haber besado el suelo, pero no lo hice, era un niño y no sabía de ritos , luego comencé a descubrir de a poco las calles a ver los fantasmas sentados en las veredas y todas las procesiones inconclusas e inimaginables que fui descubriendo y anudando en silencio en esta ciudad atravesada por grietas, y pórticos infranqueables.

Emprendí así, sin querer, una piadosa peregrinación, hablar con las piedras, a interrogarlas, a rearmar historias, y encontrarme con todos sus muertos, con tumbas viejas, lapidas borrosas; sigo en esta procesión que todavía dura años, aunque ya el camino no es de tierra ni huevillo, las calles ya no tienen escombros y al parecer las grietas de familias enteras han sido reparadas. Sea como fuere y a pesar de lamentables mutilaciones, los motivos que subsisten y que me hacen estar de pie hermanado a esta Histórica Comunidad son lo bastante numerosos para no tener que lamentarme sino aportar con tiempo y trabajo en esta visita terrena.

Nos consideraremos satisfechos y pagados, hablo en plural, no camino solo y no estoy solo; si logramos mantener y acrecentar nuestra identidad, demostrando que todo lo oculto a través del velo de la historia y del tiempo seguirá siendo descubierto en el sentido del “arcano disimulado”, siempre bajo la corteza petrificada del prodigioso libro mágico que nos enseña que somos la resultante de una gran cadena que se pierde en el tiempo."

Que el relato recién contado sirva de prólogo a los agradecimientos, y disculpen por hablar en “argot”, esta lengua la aprendí de tanto abrir puertas, subir escaleras, hermanarme con muertos y encender candelabros para seguir caminando en el gran túnel.

Agradezco este reconocimiento a la Gobernación de Ñuble, esta es una luz que te indica que vas bien o lo estás haciendo a lo mejor bien, recibo sus aplausos con mucha humildad pero no falsa modestia, y recuerdo a mi padre que hoy en espíritu está entre nosotros que siempre nos recordaba que “todo es vanidad de vanidades”.

Gracias.

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