lunes, 12 de diciembre de 2016

OTTO SCHAEFER COMO HOMBRE, una mirada de Juan Cambiazo.


Don Otto Schaefer Hoffman,
fundador de Santa Cecilia y Casa del arte.


Chillán, junio 1968.
"Cuando el destino me puso frente a don Otto Schaefer por primera vez, pensé al instante que me encontraba ante un señor amable y  medido, de inmediato empezó analizar mis gestos y mis palabras ya que habría ser yo su compañero de trabajo en la Sindicatura de Quiebras.

Después de un breve paseo por la  terremoteada  Chillán de 1939, apuró su paso para quedar frente a mí y me preguntó: “¿Cómo le gusta conversar?” Le dije que no le entendía su pregunta y por ello me agregó: “hay dos maneras de conversar: una con diplomacia, la que suaviza todo lo que se expresa, y otra que dice todo con franqueza”. Cuando le dije que yo no empleaba la diplomacia, manifestó  claramente su satisfacción, expresando: “Creo que seremos buenos amigos”. Y así, lo fuimos durante diecisiete años, hasta su muerte.

En casi todas sus conversaciones aparecía  o el ligaba el tema que trataba con pasión de su vida: la música. Recuerdo cuando una persona llegó a su casa a solicitarle un consejo ante una situación dolorosa.  Después de darle el consejo y queriendo que de su ánimo desapareciera la amargura, le hizo escuchar una obra orquestal, en un disco. Pero el desencanto que don Otto experimentó, fue muy hondo cuando el consolado expresó: “La satisfacción que  he experimentado es más intensa que si hubiera recibido quinientos pesos”.  Fácil es comprender que fue muy grande su molestia cuando la música se valorizaba en dinero.

Su afán de difundir la música es conocida de todos los que le conocieron y tienen que recordarle en toda su profunda intensidad. Era acción de todo momento. Dentro de su trabajo, en sus lecturas, en sus conversaciones y en todas las actividades de su vida iba la música ocupando el papel principal.

De sus iniciativas, no creo que nadie pueda desconocer lo que luchó por la creación de la Casa del Arte. Desde la compra del predio, hasta la terminación del edificio frente a la Plaza de Armas.  Y sus cenizas habrán de removerse de satisfacción ya que logró que se edificara para la práctica de la música por parte de la juventud, y hoy esa misma juventud dispone de ese edificio para el logro de su cultura y sus estudios. (U.deCh.)

Aun cuando no hubo existencia, en la vida de don Otto Schaefer, respecto a las actividades políticas, en muy repetidas ocasiones y en forma franca manifestó su deseo de acompañar las actividades del pueblo, y siempre expresó que él tenía que estar junto a los humildes y los pobres. La sencillez de su vida lo hacía negarse a las situaciones destacadas. Nunca olvidaba la amargura que manifestó una persona porque no se le había reconocido el mérito de algunas de sus actuaciones. “Si lo que Ud. Hizo es valioso, tenga la seguridad que le será reconocido aún cuando Ud.  muera.  Ud. Tiene que esperar el transcurso de su existencia. Si lo hecho por usted no es tan valioso,  seguro es que será olvidado, y no hay que olvidar que son los demás los que califican”. A él nunca le inquietó la calificación que de él se haría. Para él era interesante hacer las cosas, realizar los proyectos.

Nunca hubo en la vida de don Otto Schaefer preocupación por el dinero, pues lo que tenía era para necesidades sencillas de su vida, para ayudar a los necesitados, para prestar ayuda al que deseaba adquirir algo necesario para la práctica de la música.  Fueron muchos los jóvenes estudiantes que se dedicaban a la música los que recibieron obsequios, fueron incontables los hombres modestos que le pidieron ayuda y él se la brindó generosamente; fueron incontables los pescadores de Dichato, playa de su predilección, los que tuvieron permanentemente su ayuda.

Era muy respetuoso del pensamiento de los demás, pero él no ocultaba el suyo y lo exponía ampliamente. Fue el 4 de mayo de 1956, en la tarde, y en circunstancias que yo estaba viviendo en su hogar, enfermó, pero en presencia del doctor de su amistad, don Absalón Prado, de su hijo Luis y el que escribe, habló con un tono de claridad de extraña nitidez. Empezó a relatarnos una anécdota relacionada con un sacerdote de gran figuración en Chillán Viejo. De repente, un ataque puso fin a su vida. Fue el momento en que, en el pensamiento de la ciudadanía de Chillán empezó a brotar la real valorización de su vida en beneficio de la colectividad, emergía la presencia del que sin buscar reconocimientos, encontraba en su tumba el valor de la vida.

Pienso que los honores que se han rendido a don Otto Schaefer no están a la altura de lo que él se merece. Creo, y son muchos los que piensan así, debe levantarse un monumento, en bronce, frente al grupo Universitario, porque sólo así podremos hacer justicia a la labor de un hombre que luchando por la música llegó a brindarle a la juventud que estudia el más magnífico hogar". (Juan Cambiazo Díaz, 1968)



(NOTA DEL BLOG)
Chillán, diciembre de 2016
Al cumplirse 50 años de la Sociedad Musical Santa Cecilia (1968), se editó un folleto ilustrativo de esta patrimonial institución chillaneja, donde a través de diversos pasajes, se registra un trozo de nuestro Chillán; semblanzas que nos llegan del pasado tibias y sonoras, con el latido de que el “que busca, encuentra”.





Este blog, en ese cometido, intenta recuperar esas miradas,  con el propósito  de provocar en todos, una suerte de archivo imaginario que vaya enriqueciendo nuestra historia  personal, es así como este folleto titulado “50 años, 1918-1968” de 255 x 18 mm, impreso en los talleres gráficos de La Discusión, un mes de junio de 1968, atesora en cuarenta páginas de papel amarillento por el tiempo,  la historia de esta institución que lamento decir navega hoy en las turbiedades de lo desconocido, donde solo el recuerdo la engalana.

El texto que leyeron, y que da comienzo a este enlace, nos da un retrato desconocido de OTTO SCHAEFER ,  escrito por su amigo el sr. JUAN CAMBIAZO DIAZ. ¿Quién fue Juan Cambiazo?,  los datos de él, los envío su hijo del mismo nombre  que hoy vive en  Gotemburgo desde 1978, don Juan nació en Valparaíso el 21 de Julio de 1903, abogado, vivió en Chillán desde los años 40, estuvo casado dos veces y tuvo 6 hijos , cuatro en primeras nupcias y dos en segundas. Fue síndico de quiebras y profesor del Instituto Comercial. Perteneció a la directiva de la organización de  Santa Cecilia, y candidato a regidor por el Partido Comunista en los años sesenta, del cual fue miembro de su dirección en Chillán al momento de su fallecimiento el 21 de Junio de 1970. (dos años después de escribir esta nota)

Don Juan Cambiazo Díaz



1 comentario:

  1. SR MAXIMO BELTRAN
    ESTIMADO SR:

    POR HABER NACIDO EN CHILLAN, POR SER HIJA DE JUAN CAMBIAZO, SER AHIJADA DE OTTO SCHAEFER Y POR VIVIR LEJOS DE MI TIERRA LE DOY UN GRAN VALOR A SU TRABAJO QUE NOS MUESTRA LO QUE FUE NUESTRO CHILLAN EN TIEMPOS PASADOS. LO FELICITO CALUROSAMENTE Y SI FUERA POSIBLE ME GUSTARIA OBTENER INFORMACION DE COMO PODER COMPRAR SU LIBRO.
    ME DESPIDO ATENTAMENTE

    MONICA CAMBIAZO LUNDSTROM

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