domingo, 15 de septiembre de 2013

Antón Sepúlveda: vecino de Santa Elvira / Chillán



                                     
“Su hija Rela recuerda: “De temperamento cordial y alegre, amable y cortés, se daba abiertamente tanto a sus amigos como a sus alumnos. Su conversación amena y grata, era salpicada con el oportuno recuerdo de algún escogido trozo literario o de alguna sentida poesía que se hacía presente en su memoria”.




Diario La Discusión, 17 de marzo de 2002
p. Alejandro Witker.


En una quinta de Santa Elvira en la que vive su hija Rela. Juan Antón Sepúlveda Acuña, pintó su obra más celebrada. Entierro del Caique Juan Cunpil, óleo incorporado al Museo Nacional de Bellas Artes. Dice Antonio Romera en su Historia de la Pintura Chilena: “tenemos uno de los primeros ejemplos de la representación de motivos autóctonos. Sepúlveda hacia armónicamente la composición movida, variada y bellamente decorativa con las sugerencias dramáticas y espirituales del tema”.


El pintor nació en Tijeral, próximo a Angól (1879-1958), se avecindó en Santa Elvira en 1929 y de inmediato se vinculó a Tanagra; su labor artística causó revuelo cuando se supo que en su taller una muchacha desnuda posaba y el pintor llevaba a la tela sus encantos…-“La pacatería  era increíble; por fortuna recuerda Rela, recibió apoyo de Tanagra, pero no fue fácil soportar las habladurías del vecindario, imagínese…”

Su obra como pintor y escultor es enorme; en pintura fueron muy celebradas sus obras sobre temas mapuches y el retrato de don Pedro Aguirre Cerda, óleo perteneciente  a la Municipalidad de Angol. Entre sus esculturas destacan; busto del Presidente Juan Luis Sanfuentes y de su esposa Juanita de Echazarreta; busto del general Bartolomé Mitre, instalado en el Parque Forestal de Santiago.



Obtuvo importantes reconocimientos: en el Salón Oficial del Palacio de Bellas Artes fue premiado con tres primeras medallas en dibujos, pintura y escultura, en Exposición del Centenario de Chillán obtuvo primera medalla en pintura y Premio de Honor en el Certamen Edwards.

Bajo la dirección de su amigo Baltazar Hernández, se hicieron dos retrospectivas en Chillán; la primera por Tanagra y luego por la Universidad de Chile. Escribió don Balta: “Sus obras escultóricas y pictóricas, inspiradas en los lejanos, pero siempre presentes cánones clásicos, no se caracterizan por la gran cantidad; prefería inmolarse en la búsqueda de lo perfecto que exige la eterna insatisfacción del artista superior. Deja en sus obras, esencialmente en sus retratos, su arte y su corazón, cualidades ante las que todos debemos rendirnos reverentes”.

La Sociedad Nacional de Bellas Artes le tributó un gran homenaje al cumplirse 25 años de su muerte con una Exposición Retrospectiva en el Palacio de la Alhambra, Santiago (1983).
Su hija Rela recuerda; “De temperamento cordial y alegre, amable y cortés, se daba abiertamente tanto a sus amigos como a sus alumnos. Su conversación amena y grata, era salpicada con el oportuno recuerdo de algún escogido trozo literario o de alguna sentida poesía que se hacía presente en su memoria. Poseía una exuberante imaginación, que lo ayudaba manifiestamente en el desarrollo de su creación artística”.

En Chillán quedó su noble humanidad al irse de este mundo. (….)




















miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL BAÚL INFANTIL DE LA NOSTALGIA


El despertar de una época
p.  Arnoldo Ferrada San Martin
Revista NOS

“Cada generación tiene sus propias lecturas, que no es  ni mejor ni peor que otras; así los  juegos de antaño corresponden a la velocidades y ritmos como se va construyendo la vida”, con esta frase, Máximo Beltrán, artista visual y creador del blog patrimonial Chillán Antiguo describe la importancia del vínculo entre cada época y los niños que la vivieron. Así también, e una profunda reflexión, se adentra en “su propia niñez”,  como un testimonio romántico de lo que fueron los juegos en la segunda mitad del siglo XX.




“Soy de la generación del primer televisor, del primer celular y de la primera conexión a internet, pero tengo en mi disco duro toda la información de una niñez no tecnológica, donde el divertimento estaba basado en lo simple y en lo social. Juegos sencillos y solitarios como el emboque, jugar a los autitos en el patio de la casa construyendo granjas  misteriosas y mundos imaginarios; afuera los amiguitos de la manzana nos tomabamos la vereda con los patines y después la bicicleta; en la escuela los recreos los hacíamos interminables con el “caballito de bronce”, las naciones y las escondidas”, relata.

Pero este maravilloso mundo infantil donde los juegos eran un complemento ideal para el entretenimiento sano y creativo comenzó a llegar a su fin, según nos narra Máximo, durante la década de los setenta, situación que se reflejó en las celebraciones dieciocheras, “la última vez que fui a una ramada con “mirada de niño” fue con mi familia el año 1976, las hacían en Av. Brasil, hasta los “curaditos” eran simpáticos, después cambio todo No sé en qué momento cambió, algo ocurrió y el país se distorsionó, pero ese paisaje ya nunca se volvió a repetir. Nos fuimos distanciando, se fueron formando “gethos”, la globalización comenzó a desdibujarnos y el mercado vendió conceptos al “trueque” y visitar las ramadas fue “rasca”. El sino del snobismo fue dando su pincelada y poco a poco esta fiesta popular y de familia quedó circunscrita al parrón de la casa, al club, al regimiento y a las ramadas del Cuerpo de Bomberos”, recuerda con nostalgia, aunque aclara que al establecer un paralelo del ayer y hoy, es claro que “son tiempos diferentes y los niños buscarán sabiamente como entretenerse. En solitario o en “patota”, dependerá de cómo el niño vaya construyendo su mundo…”, concluye.

“Me reconozco en las calles de Chillán”


Máximo es como Roma pero en tiempos de internet, todos los caminos llegan aél. Basta ingresar a un buscador la palabra Chillán y de seguro arrojará “Chillán Antiguo”, un blog que nació como una necesidad personal y derivó en uno de los sitios más reconocidos entre los internautas locales; tanto, que ha sido dos veces galardonado en reconocimiento a su trabajo por mantener viva la memoria histórica de la ciudad.

por Marcia Castellano
Revistra Vitrina urbana




Su vinculación a Chillán data de 1974, año en que junto a su familia se traslada a la ciudad dejando atrás su Lebu natal, ciudad del carbón y la pesca artesanal, de la que guarda bonitos recuerdos de infancia. Comienza una nueva vida a la que se adapta paulatinamente, hasta que se da cuenta que la ciudad también le pertenecía. Por eso hoy, a casi 40 años de su llegada, Máximo Beltrán confiesa: “en la búsqueda incesante de saber quién era, la historia de mi familia, de mi pasado, se produce ese encuentro gravitante y el amor a Chillán fue naciendo. Hoy, yo me reconozco en las calles de Chillán”.

Transmitiendo ese mismo sentido de pertenencia, en julio salió a circulación la primera edición de la revista patrimonial Chillán Antiguo, continuación lógica del blog homónimo del reconocido artista visual. La revista ha tenido éxito, no solo porque su red de seguidores es extensa, sino porque en las 16 páginas que la componen se detiene el reloj a través de fotografías en blanco y negro, relatos históricos y cartas de chillanejos que recuerdan la ciudad que ya dejaron.

El alma mater de este proyecto editorial es su blog http://chillanantiguo.blogspot.com/, creado en 2009 con la única aspiración de compartir archivos fotográficos. Con casi cuatro años en la blogosfera, Chillán Antiguo se ha transformado en un lugar de encuentro de todos los chillanejos en la “diáspora”, que nació “como algo personal –comenta Max- pero me fui dando cuenta que generaba cosas en la gente; empiezan a contar historias, compartir fotos y crece el grupo”.


En reconocimiento  a su aporte por recuperar  la memoria histórica de la ciudad, en 2010 el sitio fue distinguido por Biblioredes de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, DIBAM, como uno de los 10 contenidos a nivel nacional que rescatan y ponen en valor el patrimonio; dos años más tarde recibe la “Llvave de Oro enero 2012” otorgada por la Red Urbatorivm de Santiago.

martes, 3 de septiembre de 2013

Conversatorios Patrimoniales en Chillán

CONVERSATORIOS sobre PATRIMONIO DE CHILLÁN

Calendarización.
 23 de mayo
30 de julio
29 de agosto
26 de septiembre
29 de octubre
26 de noviembre

Nos reunimos a conversar sobre Chillán; te invitamos a compartir tus vivencias y recuerdos en la Biblioteca Volodia Teitelboim, en calle Arauco 974; en las fechas indicadas a las 18:30 hrs.