martes, 20 de marzo de 2018

DEMETRIO O`HIGGINS PUGA

p. Diario del Maule Sur
EL HERALDO
RAUL BALBOA IBAÑEZ

Hijo del prócer y de doña María del Rosario Melchora Puga Vidaurre, nació en Santiago el 29 de junio de 1818 y falleció en Perú el 24 de noviembre de 1868, a la edad de 50 años, “por uso excesivo de opio, para buscar alivio a pesares amorosos”. Fue soltero.




Heredero de don Bernardo, llevó una vida social rangosa, viajó por varios países europeos. Fue Diputado del Congreso peruano. Su apostura de galán le atribuyen varios hijos, tanto en el Valle de Cañete como en Lima. Conservó el Archivo de su padre, que regaló a Benjamín Vicuña Mackenna.
Poco conocida es la vida, de Pedro Demetrio O”Higgins, hijo natural del Padre de la Patria y de doña María del Rosario Puga Vidaurre, hija del Coronel Juan de Dios Puga y que después don Bernardo lo reconociera como legítimo, siguiendo su propio ciclo familiar.

El Historiador, Miembro del Instituto O”Higginiano y ex – Diputado por Linares Jorge Ibáñez Vegara, escribió uno de sus libro sobre este personaje, cuya edición fue lanzada en Julio del 2006, agotada y al parecer no ha tenido nuevas ediciones, cuyos derechos de autor pertenecen a este Instituto.

Es interesante y ameno leerlo en sus 296 páginas, con sus numerosos capítulos, con el Prólogo de Cristian Guerrero Lira, que van desde “Amores en tiempo de guerra”; “ La vida sigue para doña María del Rosario”; “Abdicación, viaje y residencia de O”Higgins en Perú”; “Juventud de Demetrio”; “La leyenda del desafecto y los materiales de la infamia”; “Enfermedad, testamento y muerte de don Bernardo”; “Demetrio dueño de Montalván y Cuiva”; “Mujeres”; “Viaje de Demetrio a Europa”; “La atracción política”; “Muerte de Demetrio”; “Sus descendientes” y varios capítulos más, que permite conocer la vida y trayectoria del hijo del prócer, muy desconocida. Es destacable la Bibliografía y fuentes de consulta en que está cimentada esta obra histórica, la cual tuvo crítica favorable.

Acierto de su Prólogo
En parte del Prólogo Cristián Guerrero dice sobre Jorge Ibáñez: “quien si bien dedica sus esfuerzos intelectuales a la vida de Demetrio O”Higgins, distinta por haber vivido circunstancias históricas muy diferentes a las que experimentó su padre, e incluso a las de la vida de su abuelo, el Virrey del Perú”…”no se refiere exclusivamente a Demetrio, el joven y el adulto hijo del Libertador, sino más bien se estudia la de una familia y la de su vida privada, aquella que transcurrió intramuros en la casa de Lima o en la hacienda de Montalván”…”Y como se trata de una familia, también se describen y analizan los problemas económicos, las disputas por herencias y los delicados problemas de filiación”.

Amores en tiempos de guerra
O”Higgins era Director Supremo y deja Santiago el 7 de mayo de 1817 y permanece en Concepción hasta los primeros días de enero de 1818, “apareciendo en su destino, la joven María del Rosario Puga Vidaurre”, quien sedujo al Mandatario de 39 años, con sus 19 años, hermosa y excelente amazona, pianista, casada y separada de su marido José María Soto Aguilar.

“El destino pareció reemplazar para O”Higgins, en Concepción, los fríos y las lluvias de la zona, con la calurosa acogida que tuvo en la casa del Coronel Puga y particularmente de su hija”. (Pág. 17).
“La joven separada, vivaz, alegre moviendo agresivamente su cabellera colorina, rodeó a O”Higgins con las habilidades de una mujer que maneja con naturalidad los señuelos de la conquista. Su juventud y belleza, más que las supuestas “artimañas de experimentada provocadora”, que le atribuye Eyzaguirre, fueron suficientes para el encantamiento de O”Higgins”. (Idem).

Seducido don Bernardo, “con el beneplácito de sus padres, ella pasó a ser la compañera habitual del General, incluso en las cabalgatas de inspección de las tropas…siendo bautizada por los soldados, la hermosa pelirroja como la “generala”. (Pág. 18).

O”Higgins regresó a Santiago y el Coronel Juan de Dios Puga, su esposa, las dos hijas y un hijo varón, viajaron con el General en Jefe, quien en la capital dispuso la entrega de la mansión del marqués de Pita, en la calle Catedral, “solo a una cuadra de su palacio de gobierno”.

El nacimiento del hijo
Las visitas del Director Supremo a la residencia de los Puga Vidaurre continuaron, pues el hijo adulterino estaba por nacer. Se busca una solución al problema, “que no era menor, tanto para el prestigio de la familia Puga, como para el crédito del Director Supremo”.  El embarazo acercó a ambas familias, surgiendo la cuestión de la “dignidad” y el necesario ocultamiento del vástago ilegítimo…”siempre complejo y delicado”, para las costumbres conservadora y católica de la sociedad de la época, máxime del nivel de prestigio y relevancia que poseían ambas familias.
Al día siguiente del nacimiento, se bautizó al niño “en secreto”, en la Iglesia de San Isidro, como “Pedro, hijo de padres desconocidos”. El niño quedó en manos de su madre y abuela materna, hasta los 5 años, en que Demetrio fue llevado al Perú en 1823, por su padre al exilio, después de su Abdicación al Gobierno.

Durante muchos años Demetrio ignoró la existencia de su madre; pero después hubo entre ellos correspondencia por cartas; pero nunca se encontraron y sobre lo cual este autor entrega antecedentes valiosos e inéditos.

Doña María del Rosario, en plena juventud y alejada ya de don Bernardo se enamoró del Coronel patriota del “bando de Carrera” José Antonio Pérez – Cotapos, con quien tuvo dos hijos Federico y Catalina, ambos fuera de matrimonio, pues su esposo José Soto Aguilar (no pudo divorciarse), fallece en 1842 y ella el 3 de enero de 1858, a los 63 años.

Opinión (Raúl Balboa Ibáñez)
Esta obra despeja muchas incógnitas y especulaciones sobre la vida del prócer y su hijo, que el espacio de una Columna no permite extenderse, reiterando que ella pudiera ser reeditada.
Al contrario de su padre, Demetrio llevó una vida licenciosa, dejando muchos descendientes en Perú, por su actividad procreadora y éxito entre el mundo femenino. Uno de los biógrafos de O”Higgins, sobre su hijo dice: “se le atribuyen más de 200 hijos ilegítimos”, a lo que este autor considera esta cifra, “una exageración”. (Pág. 273).

Según el Historiador Fernando Diez Aljaro (fallecido), en ese país este apellido es muy común, incluso él trajo a Linares a las “Hermanas O”Higgins”, quienes tuvieron a su cargo, durante un tiempo, el Hotel y Bar “Astur”.

Demetrio fue muy cercano a su padre, participando en las actividades agrícolas y comerciales que tenía en Perú, que llevó a reconocerlo como su hijo y heredero.

Autorizó la repatriación de los restos del prócer a Chile y en 1868 una Comisión Chilena presidida por Manuel Blanco Encalada, cumplió este cometido, ocurrida el mismo año de su fallecimiento, en noviembre de 1868. Financió el Mausoleo de Mármol en el Cementerio General, donde quedaron sus restos. Posteriormente trasladados a la Plaza de la Ciudadanía, en la Alameda (donde están hoy), que lleva el nombre del Libertador.

MARÍA DEL ROSARIO MELCHORA PUGA Y VIDAURRE

(Fuente: Centro de Estudios Históricos Forenses)




Nació en Chillán el 6 de enero 1796. A los 21 años conoció a Bernardo O'Higgins, que entonces tenía 39 años. Era Mayo de 1817 cuando O'Higgins, llegó a Concepción. Era esperado por sus amigos y simpatizantes, entre ellos, el General Juan de Dios Puga, Gobernador de Concepción y padre de la  hermosa Rosario, que estaba separada de hecho, de su esposo José María Soto Aguilar. Era una dama  de tez blanca, rosada, cabellos pelirrojos y arrogante  postura, que pertenecía a una prominente familia de patriotas de Concepción, propietarios de extensas tierras al sur de la Hacienda Papal. Era obstinada y actuaba sin miramientos hacia las costumbres de la
época y su grupo social. Era especialmente rebelde, resuelta, valiente y apasionada – características  inadmisibles por la sociedad criolla en esas primeras  del siglo XIX.

En Agosto de 1817, O´Higgins pareció  interesarse formalmente en Rosario. En Enero de 1818, lo acompaña a Santiago.  A su llegada a la capital, por orden de O Higgins se le  entrega a la Familia Puga, una de las casas más opulentas de la época correspondiente a los  Marqueses de la Pica, quienes por su condición  realista la habían abandonado.

En Santiago, la joven Rosario fue objeto de escrutinio público y escándalo, toda vez que no era aceptado socialmente que una mujer separada, se allegara a un hombre soltero. Por consiguiente, para intentar regularizar su relación con O'Higgins, en 1818 solicita formalmente a las autoridades religiosas y civiles su  licencia de divorcio.  Del romance entre esta criolla y el Director Supremo nació el 29 de junio de 1818: Pedro Demetrio O'Higgins, hijo natural del Libertador, a quien posteriormente reconocería como hijo.

Esta relación duró hasta 1820, cuando O'Higgins discutió con Puga, no solo por su hijo Pedro Demetrio, sino porque además, ella lo culpaba de haber mandado asesinar a sus amigos: los Hermanos Carrera y al guerrillero Manuel Rodríguez Erdoíza. Debido a esto, ella perdió la custodia de su hijo Pedro Demetrio y nunca más lo volvió a ver.


Demetrio O`Higgins Puga

Posteriormente, se casó en 1829 con el Coronel José Antonio Pérez-Cotapos, patriota chileno al servicio del General José Miguel Carrera, con quien tuvo otro hijo, Federico Pérez-Cotapos Puga.
Rosario, vivió una época de grandes convulsiones  políticas y notables momentos históricos para nuestro país. Fue el gran amor de Bernardo O'Higgins y la única que le dio un hijo. La sombra de O´Higgins y su amado hijo Pedro Demetrio, penaron en sus recuerdos de vejez. La sociedad de la época fue incapaz de  concebir el dolor, la tragedia y las pasiones que la atormentaron, señalándola y apuntándola en la vieja casona de calle Santo Domingo en Santiago, comentando por muchos añosque “Allí vivió la Punta de Diamante" como le decían por sus grandes pechos.

Después de morir Bernardo O'Higgins, ella logró ubicar y mantener correspondencia con su hijo Demetrio entre los años 1847 y 1852, cartas plenas de sentimientos donde, se transmite el amor
de una madre, a quien se le arrebató de sus brazos a su pequeño hijo. Le expresa su nostalgia y el deseo de estrecharlo y escucharlo decir mamá, además le solicita que le escriba a partir de entonces y envíe las cartas a nombre de su abuela, doña Isabel Vidaurre.

Demetrio envía respuesta manifestándole su satisfacción e interés por verla y abrazarla, cosa que nunca se pudo concretar.

Rosario murió en Santiago el 3 de enero de 1858, a los 63 años de edad y diez años más tarde, su hijo Demetrio.

Hija de Juan de Dios Puga y Còrdova de Figueroa e Isabel Gómez de Vidaurre Ugalde de la Concha-
Esposa de José María de Soto Aguilar Rioseco y en 2do matrimonio c/ José Antonio Péez-Cotapos Aldunate.
Pareja de Bernardo O`Higgins Riquelme.
Madre de Pedro Demetrio O`Higgins Puga, Catalina Pérez-Cotapos Puga y Federico Pérez-Cotapos Puga.
Hermana de Josefa, José Salvador,  Federico, Delfina e Isabel Puga Gomez de Vidaurre.
Medio hermana de José maría Puga Santibáñez y Mercedes Puga.

Revisar enlace:
http://www.centrohistoricoforense.cl/docs/Informe_puga-vidaurre.pdf

http://chillanantiguo.blogspot.cl/2018/03/demetrio-ohiggins-puga.html

domingo, 4 de marzo de 2018

OROZIMBO BARBOSA , Héroe de la Guerra del Pacífico

p. La Discusión

Orozimbo Barboza y  familia.


El 5 de marzo de 1838 nació en Chillán el militar chileno Orozimbo Barbosa, sujeto de la tradición militar de la mano de su padre Juan Barbosa Jiménez, quien llegó a ser sargento mayor del Ejército.

Orozimbo Barbosa estudió en el Colegio de Chillán y más tarde pasó a formar filas en el Ejército. Una de sus primeras misiones fue en la llamada Revolución de 1859, en donde defendió el Gobierno de Manuel Montt. Ese mismo año, ascendió  teniente y viajó a Buin para servir en su regimiento.

Al poco tiempo, logró el grado de capitán y fue enviado a La Araucanía con el fin de participar activamente en las campañas de ocupación de La Araucanía, entre los años 1862 y 1864.

Cuatro años más tarde, fue destinado a las operaciones de consolidación de la frontera militar en las áreas del Bío Bío y Toltén. Desde esta vereda, participó en la fundación de los fuertes de Mulchén, Negrete, Toltén y Queule y en julio de 1869 fue nombrado gobernador de La Imperial.




Su ascendente carrera lo llevó a asumir el grado de teniente coronel y en ese entonces, se planteó comunicarse con los pueblos indígenas a través de cartas.

La historia cuenta, que muchos loncos se resistieron a contestar sus misivas, pero ante la insistencia de Barbosa, se estableció esta forma de comunicación dentro del conflicto.

Ya en 1879 asumió la Comandancia del Regimiento de Lautaro desde su grado de coronel. Ese mismo año estalló la Guerra del Pacífico, conflicto en el que el chillanejo tuvo una especial participación a través de su cargo de comandante del batallón llamado “Cazadores del desierto”, participando en la expedición de Mollendo. Desde esa línea, luchó en la  Batalla de Tacna, Ensenada y Talca.

También participó en el asalto y toma del Morro de Arica el 7 de junio de 1880 para ser luego designado comandante en la campaña de Lima. Ahí se desempeñó como tal en las batallas de San Juan y Chorrillos y de Miraflores.

Finalizada la guerra, el chillanejo fue nombrado intendente, comandante general de armas de Valdivia, general de brigada y senador por Cautín.


Según los archivos de la biblioteca del Congreso Nacional, “Barbosa estuvo al frente del Ejército cuando estalló la guerra civil y como general en jefe mandó las tropas en la batalla de Concón, el 21 de agosto de 1891 y las que participaron en Placilla, el día 28. Fue derrotado en Placilla, y asesinado camino a Valparaíso, el 28 de agosto de 1891”.