CHILLÁN 436 años
1580 - 2016
Estos 436 de vida como ciudad, nos anuda a numerosas
historias y ricas vivencias que nos llegan a través de la oralidad; son esas
conversaciones atadas a nuestros recuerdos las que nos ayudan a crecer como
habitantes de esta urbe cuatro veces centenaria. Se trata de repetir, esta vez
por escrito, aquello que la memoria no puede retener cada vez que rasguñamos
nuestros recuerdos. Pretendemos, sin ser historiadores, entregar otras hojas al
libro de nuestra vidas; una suerte de memoria colectica que necesitamos dejar
por escrito en acto de gratitud por aquellos que nos entregaron estos
recuerdos, entre silencios y susurros.
Esta memoria, la columna que nos hermana a todos, la
llevamos como equipaje en nuestras vidas; son el ingrediente que nos permite
ser mejores ciudadanos, porque sin ella, nos extraviamos en la historia; la
brújula perdería su mercurio.
Al hojear los recuerdos, Chillán se presenta con un gran
apellido, a manera de esas conversaciones sociales donde los chillanejos
todavía recuerdan con pretendida grandeza su origen peninsular, pero eso es
fantasía. Aunque el álbum familiar, nos hable de oropeles, óxidos y de su gran
arquitectura, que se fue con el terremoto del 1939, si no somos capaces de
reconstruirnos y aceptar esta memoria como principal ingrediente del futuro;
podemos caer en el estancamiento.
Los invitamos a reconstruirse, y que la memoria que nos
sustenta sea el abrigo para este propósito. Solo la memoria nos permitirá
avanzar para que hojeemos nuestros álbumes con cariño, con respeto, en un
ritual de agradecimiento.
Queremos recordar en este nuevo aniversario de nuestra
ciudad, que los pueblos que no se miran a sí mismos y no conocen su historia
–al igual que las personas que van por la vida sin analizar su pasado- , corren
el riesgo de repetir una y otra vez los mismos errores. Es el momento de
enfrentar el futuro con nuestra multiculturalidad y nuestra memoria herida a cuestas,
para construir una ciudad donde todos tengamos un futuro, sea cual sea nuestro
origen.
chillanantiguo@gmail.com
Interesante y necesario tu artículo. Y las imágenes son similares a las que conserva mi memoria visual de infancia.
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