lunes, 14 de enero de 2013

El alumbrado eléctrico en Chillán



Conversando con nuevas generaciones de chillanejos y a veces “no tanto”, desconocían que en Santa Elvira” funcionó durante décadas una Planta Electrica Hidraúlica, hasta ya entrada la década del sesenta; y que era generada por las aguas de la variante del Rio Cato…y de ahí el nombre de “Canal de la Luz”.
Un barrio ligado tanto a nuestra ciudad que ya el historiador Marco Aurelio Reyes, lo expone en el Diario la Discusión un 31 de agosto de 1999, aquí sus palabras:

La vida humana sufre un vuelco espectacular cuando Thomas Alva Edisón inventa la ampolleta entre 1879 -1880. Para que este maravilloso invento llegara a Chillán pasaron tan solo 28 años. Este acontecimiento se produce durante el invierno de 1908 (el 6 de julio), con la espectacular iluminación de la Plaza e Armas, ante la emoción de los ciudadanos. La energía eléctrica se generaba en una pequeña planta hidráulica de 3000kw. Ubicada en el sector Santa Elvira, aprovechando las aguas desviadas del río Cato, que originaban de esta manera el Canal de la Luz. Así Santa Elvira abastecía de electricidad a Chillán, tal como antes lo había hecho con el agua potable. La planta fue un lugar estratégico de la ciudad.

La vida de Chillán se trastocó llegando pronto hasta los hogares mismos. El comercio comenzó a ofrecer equipos, artefactos, motores y generadores, llegando a establecer una sucursal de la empresa alemana Simens y Schukers, atendida por don Santiago Yufer. Pronto se requirieron electricistas que hicieran las conexiones domiciliarias, buscando los materiales en las mercerías y ferreterías de Ángel Cordero, José Madrid, Dionisio Etchevers y Federico Kehl. La formada Compañía Chilena de Electricidad contó con muchos accionistas residentes en Chillán, la mayoría pertenecientes a la colonia francesa, tales como Fernando Besnier, Aquiles Blu, León Cazenave, Juan Choribit, Esteban Othacebe, José Pimouget, Bernardo Pagueguy, Dionisio ETchevers, Urbano Duboscq, Juan Darrigoult, Enrique Delepine y otros.

El problema era la pequeña capacidad de la planta generadora y su posibilidad de cobertura, por lo cual la Cia. determinaba horas de uso y consumo, bastante restrictivos por lo demás. Chillán tuvo una iluminación deficiente hasta más allá de la mitad del siglo XX, presentando demasiada oscuridad en las calles. Un gran adelanto fue la creación en 1920 de la Sociedad de Tranvías Eléctricos de Chillán que según “Las Últimas Noticias” de Santiago (15 de agosto 1920), refiriéndose a la fuerza eléctrica, señalaba que “hemos dicho en otra oportunidad que los actuales usuarios de la Compañía usan las mejores máquinas adquiridas en los últimos años, tiene capacidad de sobra para la movilización de varias líneas de tranvías”. En la nueva Compañía, también figuraban como accionistas los Pagueguy, Leopolt, Raddatz, Lamoliatte, Cazenave, Choribit, etc. Todos distinguidos hombres de negocio de la ciudad.

Lo cierto es que Chillán contó por muchos años con un sistema eléctrico deficiente, tanto que a raíz del terremoto de 1939, debió permanecer por muchas horas en la completa oscuridad aumentando lo dantesco del trágico momento. Ante la emergencia debió recurrirse a un generador de carbón. La ciudad nunca había cubierto su necesidad de energía eléctrica por el hecho de funcionar con generadores fuera de servicio e insignificantes. La Planta de Santa Elvira siguió funcionando por muchos años, con un generador que a medida que crecía la ciudad era más insuficiente. Tanto era el problema que el propio diario “El Mercurio” de Santiago (21, abril, 1947) describió “el lúgubre aspecto que presenta la ciudad de Chillán por la falta de luz eléctrica, . La disminución de aguas para las turbinas y el cambio de hora han afectado el suminstro de energía” Era una verdadera vergüenza para la ciudad. Sin embargo, a comienzos de 1948, el anuncio del alza en las tarifas de la electricidad, movilizó, movilizó a toda la comunidad y a las provincias centrales del país. La Municipalidad declaraba tener un déficit de $ 342.952, por concepto de alumbrado (18 febrero, 1948). La Discusión denunciaba que el voltaje entregado por la CGE estaba por debajo de la norma, originando serios problemas en el suministro eléctrico para Chillán (22, abril, 1948). Durante todo el año 1949 siguieron las denuncias sobre las insuficiencias del alumbrado público y el reemplazo de las ampolletas quemadas en las calles que permanecían en penumbras. En 1952, la Compañía General de Electricidad, seguía amenazando con alzas de tarifas ante la indignación de la ciudadanía. En 1954, se anunciaba la generalización del racionamiento eléctrico en los campos y en las faenas agrícolas (La Discusión, 5, marzo). En 1957, para La Discusión, los principales problemas de Chillán seguían siendo los bajos sueldos y salarios, las deficiencias de la previsión social y el problema de alumbrado, que desde hacia medio año la Municipalidad , mantenía sin pago (15 de octubre). Estas dificultades, más los descuidos en el voltaje llevó al Municipio a reponer un promedio de 60 ampolletas diaria. El suministro de electricidad era un problema difícil de resolver.

Tuvieron que producirse las modernizaciones en la generación eléctrica por parte de la Endesa, en la década de los años 6º para que la histórica Planta de Santa Elvira pasara al baúl de los recuerdos. Aún muchos recuerdan que Chillán vivió muchos años casi en sombras.

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