sábado, 29 de noviembre de 2014

Negocios que debes conocer en Chillán.

LA INNOVACIÓN A ESCALA HUMANA EN CHILLÁN
Hay emprendedores que no reciben premios en dinero, diplomas ni honores, sino que el reconocimiento que se llevan al final de la jornada es haber hecho algo bueno por los demás. La innovación de ellos no es tecnológica;  es mucho más profunda. Tres ejemplos locales demuestran que soplan vientos de cambio que si bien no remecen árboles, sí mueven hojas.
 p. Marcia Castellano (Revista Chillán Antiguo & Vitrina Urbana)


Signum
UN GESTO HACIA LA INCLUSIÓN
Los cuchillos en compás de picar una lechuga, la fricción de la espátula en la plancha churrasquera, los platos que sin querer se rozan; son los únicos sonidos que se emiten desde la cocina de Signum, un restaurante recién inaugurado en Chillán donde todo el personal que ahí trabaja padece de sordera. 

Aunque Daniela tiene una disminución parcial de la audición (hipoacusia), se las arregla bien para hacer las veces de mesera e intérprete entre el cliente y el cocinero. Para transmitir la orden a la cocina utiliza lengua de señas: un completo italiano, donde completo es una mano en forma de U, e italiano es el dedo pulgar en la barbilla, los tres centrales cerrados y el meñique abierto proyectado hacia afuera − según describe Daniela – asemejando un cuerno de elefante; mientras que para especificar una marca de bebida utiliza el alfabeto manual. 

Desde su inauguración en octubre, el principal público que llega al restaurante se compone de personas con algún grado de sordera. La razón para preferirlos es tan evidente que solemos pasarla por alto: “Acá se sienten más cómodos y seguros porque entendemos lo que quieren pedir. En otros lados a veces la carta no dice qué lleva un plato y les cuesta preguntar porque los meseros no entienden”, explica la joven chillaneja estudiante de Diseño Gráfico en el Instituto Virginio Gómez, donde puede estudiar sin dificultad gracias al programa transvoz de Red Apis.



Diógenes Concha Cerda

El dueño de Signum es Diógenes, titulado en Gastronomía del Instituto Santo Tomás, quien tiene muy buena disposición para intentar comunicarse con los clientes a pesar de su sordera. Nació sin poder oír y esto le ha permitido desarrollar su capacidad para leer los labios. Desafortunadamente nosotros no sabemos expresarnos en lenguaje de señas, al menos para manifestarle admiración por haber emprendido este desafío. Se nos ocurre que si el pulgar hacia arriba y el resto de los dedos cerrados siempre ha significado “muy bien”, también lo podríamos usar para decir “te felicito”. Diógenes lo entiende y nos compensa el esfuerzo con un guiño.

Signum
5 de Abril Nº1193, esquina Collín

Carta
Variedades en pollo
Completos, churrascos
Desayunos, Onces y Almuerzos $2500

Horarios
09:00 horas a 24:00 horas de lunes a domingo


Los Pibes
DIGNIDAD  PARA LOS MÁS POBRES
Sobre un círculo de color naranjo hay una taza blanca y un corazón. Este autoadhesivo en la ventana indica que el local que lo exhibe adhiere a “Café Pendiente”, una iniciativa sin fines de lucro surgida en Italia con el nombre de “Caffè Sospeso” y que gracias a las redes sociales se ha extendido por restaurantes y cafeterías de todo el mundo.

En varias ciudades de Chile se ha replicado esta experiencia, pero en Chillán solo hay un local que forma parte de la red.  Se trata del restaurante de carta ítalo-argentina, Los Pibes, que desde su inauguración hace tres años ha puesto el concepto de solidaridad en la mesa de los chillanejos.

La idea es simple: un cliente paga por anticipado un café o colación para que otro comensal posteriormente disfrute de una comida o bebida caliente. La persona que recibe este regalo de un solidario anónimo, es alguien que no tiene los medios económicos para poder pagar la cuenta en un restaurante. Sin embargo, lo medular no es el gesto de ofrecer, sino que se trata de algo más significativo: dignificar al ser humano que vive en la indigencia. “No es solo dar un café porque se lo podríamos llevar a la calle. Los invitamos a sentarse acá, incluirlos en la sociedad, como cualquier otra persona que no está en situación de calle”, recalca Natalia Pelayes, dueña del restaurante.

Oriunda de Mendoza y complacida de estar en Chillán, considera que se necesita más gente  que se sume a esta causa. “Cuesta un montón, yo creo que no hay interés. También cuesta porque la gente siente desconfianza y no cree que el dinero lo vayamos a usar en esto. Cuando alguien quiere saber más yo salgo de la cocina y les cuento de qué se trata, pero nadie está obligado”, explica Natalia, y agrega que todos los días ofrecen colaciones aunque nadie haya dejado dinero.

Entre los comensales habituales que reciben este beneficio, hay tres personas que ya están acostumbrados a entrar al restaurante. Ellos también traen a otros.  Sin embargo, no es fácil convencerlos de entrar y sentarse a comer ya que la discriminación es una carga pesada que llevan consigo donde van. “Cuando hay gente esperan afuera, no les gusta entrar si hay clientes. Una vez vino un señor que no quería porque tenía las manos sucias; le dije que pasara al baño y se las lavara, entonces entró despacio como para no hacer ruido. Después vino otras veces y se echaba colonia de bebé”, recuerda con satisfacción.

¿Tienes una cafetería o restaurante y quieres ser parte de este cambio? Averigua cómo en www.cafependiente.cl

Los Pibes
Gamero 899, esquina  Sargento Aldea.

Carta
Pastas caseras artesanales
Pizas, sándwiches
Carnes
Almuerzos $2500.
Café $500

Horarios
Martes a sábado de 12:00 a 22:30 horas
Domingo y lunes de 12:00 a 16:30 horas.



La Casa del Sol
REDES DE COLABORACIÓN SOLIDARIA
La luz entra generosa por las ventanas inundando de calidez el comedor de La Casa del Sol, un restaurante que abrió sus puertas a mediados de este año en la céntrica calle Arauco, aunque suficientemente distante del ruido urbano como para ser un remanso. Desde el ingreso al local, las sillas y mesas en pellet adelantan al comensal que la experiencia culinaria  será singular. En la carta abundan los granos, las verduras, el pan de masa madre, los jugos naturales, el café de trigo con higos, las leches vegetales (que también venden para llevar) y tantas otras preparaciones deliciosas que confirman que lo saludable no tiene por qué ser poco contundente, dietético ni verde.

Además de restaurante, La Casa del Sol es un Centro Ecoeducativo donde se dictan talleres permanentes de percusión africana, mandalas, ecología lúdica, yoga infantil, entre otros. Claudia Chamblas y Héctor Vargas, sus dueños, así lo soñaron.



Claudia Chamblás y Héctor Vargas

 Uno de los aspectos que destaca es la intención solidaria que subyace en este emprendimiento.   Interesados en lo colectivo y en el respeto por el trabajo, actúan como intermediarios entre pequeños productores locales y el cliente final. Para esto habilitaron un espacio exclusivo para la exposición y venta de productos que responden al modelo de “Comercio justo”, concepto surgido hace 40 años que promueve las relaciones basadas en el diálogo, la transparencia y la equidad, de modo que los productores reciban condiciones justas para el intercambio comercial.

“Nosotros no hacemos una compra venta de esos productos, se trata de que el productor sea quien ponga el precio que quiere ganar y el precio que considera que debe pagar el comprador. Nosotros recibimos el 30% y el 70% es para el productor. Es una transacción basada en la confianza”, explica Héctor, y agrega que uno de los problemas que enfrentan es que a la gente le cuesta pagar el precio porque creen que por ser artesanales valen menos. “La gente no quiere pagar el precio justo”, recalca.

Para tus regalos de Navidad prefiere los comercios locales y los productos de comercio justo. En La Casa del Sol encuentras jabones y pomadas de propóleo (Andino Propóleo), cremas y desoradorantes de karité, orgones (La Belle Vie), jabonesy purificadores de agua (Rukalaf), música, mudadores y otros productos para bebé (Tremm Ayun), pan (Semilla de Vida, Arte y Pan, La Casa del Sol), poleras (Ñuble Libre), mandalas (Injah), instrumentos musicales (Percusión Africana), collares (Epilef Suyai), tejidos y decoraciones en telar (Artesanía Patagonia, Peumayen, Mahala).



La Casa del Sol
Arauco 253, entre Vega de Saldías y Gamero.

Carta
Cafetería y comida saludable
Almuerzos $2600 y $3000

Horarios
Lunes, martes y miércoles de 12:00 a 21:00 horas.

Jueves, viernes, sábado  de 12:00 a 22:00 horas.

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