viernes, 13 de abril de 2012

Iglesia Presbiteriana en Chillán (1º de abril de 1894)

IGLESIA PRESBITERIANA EN CHILLÁN
La llegada a Chillán del misionero norteamericano, Rev. Guillermo B. Bhoomer y su esposa, fieles exponentes de la doctrina evangélica reformada alrededor de 1890, permitió, después de un intenso trabajo, la organización de la primera Iglesia Presbiteriana en la ciudad de Chillán, el 1º de abril de 1894. Iglesia cronológicamente la más antigua de la ciudad.




Primera iglesia protestante en llegar a Chillán y organizada oficialmente el 1º de abril de 1894; al igual que en otras ciudades importantes del país, los residentes de origen europeo se agregan a la naciente iglesia protestante. Algunos son comerciantes (revisar en este mismo blog, Colonia Alemana en Chillán); pequeños industriales o agricultores. Predominan los franco-suizos,(Valette, Richard) pero más tarde se agregán descendientes de españoles (Calderón, Olivares,) y ya a principios del s. XX, la colonia árabe a través de sus familias Rabié y Abud.

De destacadas homilias y trabajo celoso que atrajo a destacados personajes del mundo liberal en el devenir de un país más pluralista y laico fueron los trabajos de sus rev. Enrique Krauss, Juan Bautista Aracena, Carlos Cañón, Rodolfo Vergara, Victor Harboe, Horacio Gonzalez Contesse.

La presencia protestante en la sociedad, en general, es sinónimo de libertad de conciencia, de amplias y ecuánimes posibilidades de acceso al conocimiento y al desarrollo personal.

DOCUMENTOS CONSTITUCIONALES

a.- Confesión de Fe.
b.- Forma de Gobierno.
c.- Libro de Disciplina.
d.- Directorio del Culto.

Esta Constitución contiene convicciones que llegaron a ser decisivas en la formación de lo que se conoce como “estilo presbiteriano o calvinista”, d las cuales se destacan:

a.- La  biblia, única regla de fe y práctica.
b.- Soberanía de Dios.
c.- Cristo, el centro de la vida y de la historia, el único Salvador del hombre.
d.- Dios es el único Señor de la conciencia.
e.- Sostiene y propicia el sistema de gobierno democrático representativo.


IGLESIA PRESBITERIANA EN CHILE
Fundada el 7 de junio de 1868, en la ciudad de Santiago, fue la primera Iglesia Protestante Chilena cuyo origen estuvo en la respuesta, responsabilidad y celo misionero del Dr. Rev. David Trumbull y de la Iglesia Presbiteriana Unida de U.S.A.

Sus orígenes se remontan a los tiempos de la Reforma y a la “doctrina Calvinista”, su nombre “Prebiteriano” deriva de Presbítero = Anciano (Gobierno de los Ancianos). En Francia recibieron el nombre de Hugonotes, en Inglaterra de Presbiterianos y en Escocia de Puritanos; traspaso a América con los Puritanos del Mayflawer y a Chile en la Patria Vieja con José Miguel Carrera. Con el pasar de los tiempos, las ideas progresistas y anti-clericales; y una fuerte imigracion de ingleses, franceses, norteamericanos, que por motivos de comercio y de una nación que comenzaba a vislumbrarse como una proeza industrial, atrajo la mirada de cientos extranjeros.

A MODO DE PRÓLOGO
La rancia y añeja dominación española, durante el tiempo del reino, impidió el acceso a Chile, como al resto de sus demás colonias de América, de todo elemento extraño a su bandera y a su origen. Durante tres siglos la vigilancia cautelosa y llena de recelos suspicaces de los españoles, mantuvo alejados de sus dominios de ultramar al comercio extranjero, de tal modo que era imposible encontrar en las tierras del America del Sur un alemán, ingíés, holandés, francés o norteamericano. Estos eran considerados como herejes, por tener otra religión que la católica; y de ahí el afán del Gobierno y clero de no permitir subditos de estas naciones. (se aconseja estudiar el tema del pueblo judío en América, y como llegaron con los conquistadores pero ocultando sus orígenes y creencia).

El clero quería a toda costa mantener esclavas y en ignorancia las conciencias. Por esto el ingreso de libros, mercaderías, herramientas, diarios y papeles impresos de procedencia europea, estaban sometido a la más minuciosa censura y los que eran sorprendidos introduciendo artículos de otra procedencia que no fuera de España, eran perseguidos implacablemente, confiscadas sus mercaderías o libros y expulsados en el acto de la Capitanía General; cuando no quemados como herejes (revisar la historia del  vecino de Concepción, médico Francisco Maldonado, judío que fue delatado y trasladado a Lima para su auto de fé, año 1639), porque sobre la libertad del pensamiento y de la idea, primaba la mano mortífera y formidable de la Santa Inquisición. 

Proclamada la Independencia se estableció el comercio con todas las naciones extranjeras que encontraron abiertas las puertas para sus industrias y mercaderías. Luego comenzaron afluir al país numerosos súbditos ingleses, norteamericanos, alemanes, franceses y holandeses, que tenían otras ideas en diferentes materias, especialmente en religión. La muralla china que por trescientos años circundó la América, fue la causa más poderosa para que la Iglesia Católica se sintiera dueña de todos los corazones; en su mano estaba tanto el poder civil, como el religioso, la enseñanza, que más era para aprender a rezar que otros conocimientos. El pobre por lo general no recibía educación, y así era fácil mantenerlo en el engaño; jamás, durante generaciones y generaciones, habían conocido otra religión que la Católica y nunca habían sabido que en otros países existían formas y maneras distintas de adorar a Dios. Este era el estado de Chile en su principio de vida libre.

Por otro lado la disolución del Estado Imperial español a partir de 1808, provocó la primera y más grande crisis política de la historia de Chile. Esta se prolongó desde ese año hasta 1830, cuando se logró establecer un ordenamiento político más o menos definitivo. Así, en un total de 22 años, Chile dejó de ser parte del reino y pasó a ser una República independiente que empezaba a organizarse.

Los extranjeros podían ejercer y extender su comercio pero no su religión porque los curas tuvieron buen cuidado de no dar lugar a otro en sus dominios y así es el articulo 5° de la Constitución les era prohibido, pues dicho artículo dice textualmente:

La Religión Católica Romana es la religión de la República de Chile, con exclusión del ejercicio público de cualquiera otra.

Este artículo era el baluarte de la Iglesia Romana, y por este artículo los extranjeros tuvieron muchas dificultades. El sentimiento y la aflicción de espíritu que tenían ellos no se puede medir, ya que ellos venían de los países donde se podía adorar a Dios con libertad, donde quiera que fuere y ahora se encontraban esclavizados del catolicismo, sin poder expresar sus ideas ni menos practicarlas, no podían casarse ni bautizar sus hijos ni tener su culto público; las infracciones de esta naturaleza eran penadas conforme a la ley y al gusto del sacerdote.

Cuando morían era más difícil todavía su situación, porque no sólo se les perseguía cuando estaban vivos, sino aún después de muertos. Aquél tiempo los cementerios eran pertenecientes a la Iglesia, los curas, monjas y beatas se les sepultaba debajo del templo; como los extranjeros eran herejes no se les podía permitir en sagrado, es decir, no se podían sepultar en el cementerio; así, en Valparaío, los sepultaban en el cerro y en Santiago en el Santa Lucía; hoy se puede leer en Santa Lucía el siguiente recuerdo que lo hizo poner Vicuña Mackenna:

"Aquí yacen los restos de los desheredados del cielo y de la tierra"(2). En aquél tiempo el Santa Lucía era considerada fuera del limite urbano.

Estas dificultades hicieron que los residentes extranjeros en el año 1819 de Santiago y Valparaíso se unieran y presentaran la siguiente solicitud: Los residentes extranjeros de Santiago y Valparaíso vienen en solicitar del Supremo Gobierno que se les conceda comprar un pedazo de terreno en Santiago y Valparaíso, con el propósito dedicarlo a los ritos fúnebres protestantes.

El Gobierno les concedió lo solicitado en virtud que ellos hasta hoy se han conducido con la mejor política. Esto les produjo alegría en parte, pues desde ahora podían en su hora postrera descansar en paz, pero esto no podía dejarlo conforme ya que le faltaba lo principal; poder servir a Dios en espíritu y en verdad, con libertad, pues la intransigencia religiosa no les permitía celebrar cultos. Tampoco habían hombres apto para hacerlos, aun contraviniendo las leyes, de manera que solo cuando llegaba un buque a Valparaíso, que era muy de tarde en tarde, sólo entonces podían celebrar un culto a bordo y bautizar sus hijos y casamientos, puesto que en tierra no era permitido.
Revisar el siguiente enlace.
BICENTENARIO DE LA PRESENCIA EVANGÉLICA
EN LA SOCIEDAD CHILENA
http://www.iglesiapresbiterianadecristo.cl/documentos/BICENTENARIO_DE_LA_PRESENCIA_EVANGELICA_EN_LA_SOCIEDAD_CHILENA.pdf
1811 – 2011

Fuente / Iglesia Presbiteriana de Chile, foto (sra. Alicia Romero Silva)

1 comentario:

  1. Estaba leyendo el blog y la mención que hiciste de los francosuizos llegados a Chillán, entre ellos mi familia, los Richard.
    Y quería comentarte algo más: Mi bisabuelo, Carlos Richard, junto a mi bisabuela Sarita Lagos, chillaneja, además de integrarse a la Iglesia Presbiteriana, religión en la que se criaron todos sus hijos (de hecho uno de los hermanos de mi abuela, Sara Richard, fue pastor y desarrolló su ministerio en la ciudad de Rancagua), vino a realizar a Chillán lo que todo suizo haría en un nuevo país al que viene a hacer "suerte": instaló una quesería. La quesería fabricó y distribuyó en todo Ñuble y también en algunas zonas de la provincia del Bío-Bío, porque personas que actualmente son octogenarias y que vivían en la zona de Laja-San Rosendo- Tucapel recordaban los quesos.
    La quesería se ubicó en una parcela en lo que en ese tiempo era campo: Avda. Argentina con Manuel Montt. El terreno más o menos debió haber sido una hectárea de terreno porque se extendía hasta lo que después fue parte de la población Kennedy y de fondo aprox. una cuadra, y su frontis corría paralelo a lo que era en ese tiempo el estero por el lado oriente que finalmente entubaron subterráneamente.(De hecho en la Población Kennedy, específicamente en el acceso a la calle Corneta Olivares, hasta en los tiempos de mi infancia existían aún vestigios del puente (unos gruesos tubos de acero insertos en unos pilares).
    Por este origen común nuestros bisabuelos (los Valette y los Richard)se trataron como "primos", pero la verdad no tengo claro que haya existido un real vínculo familiar, pero sí se reunían regularmente.
    Hace algunos años, al fallecimiento de mi abuela, lo que quedaba de terreno (se fueron desprendiendo parceladamente de terreno en la medida que se hizo urbano y además los bisabuelos repartieron terreno entre sus numerosos hijos) y de la casa que fue construida después del terremoto del '39, fue vendida y actualmente funciona en el lugar un motel, una lavandería y otros locales menores.
    Me dio gusto ver la mención en el blog. Sólo quería comentarte esto y agradecerte lo que haces por la memoria histórica de la ciudad.

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