Diario La Discusión (Francisco Martinic-Edgar Brizuela-Pedro Vicario / archivo Chillán Antiguo...
Desde los inicios del siglo XX abundan las noticias que piden que la ciudad modernice sus sistemas de alcantarillado, se provea de agua potable y mejore la salud pública.
Dichos elementos de la modernidad no estaba extendido en aquel entonces, y se trataba de una necesidad imperiosa que ganaba titulares y páginas en LA DISCUSIÓN. Más cuanto las enfermedades vinculadas a la deficiente higiene y ausencia de medicamentos causan verdaderos estragos en las poblaciones, como el cólera, el tifus y la viruela.
Con preocupación LA DISCUSIÓN daba cuenta en 1910 de la presencia de la epidemia de viruela en Ñuble. “Ha seguido desarrollándose esta epidemia, que llegó al pueblo de Pemuco. Anteayer
falleció otro varioso en una casa bastante central. Ese mismo día se tuvo conocimiento de que la viruela había atacado a otra persona”, advertía el diario. En tanto, en páginas de la edición del 20 de julio de 1910, se advertía la llegada de un vacunador especial desde la capital y la espera de
los recursos del gobierno para mermar la crisis de salud.
Un hombre fue el encargado de recibir las peticiones ciudadanas formuladas en el diario, en torno a mejorar las condiciones sanitarias de la ciudad, y de concretarlas a través de obras que terminaron por dotar a la ciudad de los primeros avances en ese sentido. Y cumplió. Su nombre es Vicente Méndez Urrejola, quien aunque nacido en Concepción, dejó en esta ciudad una serie
de trabajos de gran importancia, que cambiaron el rostro de la ciudad a comienzos de siglo.
Vicente Amador Méndez Urrejola, durante trece años fue intendente de Ñuble, iniciando su periodo en 1907, época en que apareció profusamente en las páginas de este diario. Su cargo lo desempeñó con tanto acierto que es recordado por su labor de progreso y desarrollo y como una de las autoridades más importantes de la provincia, en la perspectiva del tiempo. De hecho, una de las arterias principales de nuestra ciudad lleva su nombre, “Avenida Vicente Méndez Urrejola”.
palabras evidencia la importancia que este diario le dio a su labor modernizadora de la ciudad. “Me gustaría saber si se ha cumplido aquello que se dijo ante su tumba el día de sus funerales y que registró tan minuciosamente el diario LA DISCUSIÓN, que su ejemplo sería recordado por las generaciones venideras”.
Se refiere a quien nació en Concepción un 5 de abril de 1858; hijo de Francisco Méndez Urrejola y de Leonor Urrejola Unzueta de Méndez. Al fallecer su padre se radica en Chillán, con el propósito de administrar los fundos “Bustamante” y “El Colchón”, que conformaban parte de su herencia.
El año 1907 asume como intendente de Ñuble. Es recordado por la gran labor realizada, que trajo progreso y desarrollo a la provincia. Dejó la Intendencia en 1920 para dedicarse a sus asuntos personales. Fueron numerosas las obras llevadas a cabo bajo el impulso de este buen servidor público, entre estas, el Tren Chico a las Termas y la concreción del hermoso edificio de la Intendencia, que se perdió para el terremoto de 1939.
No obstante, las menos vistosas fueron las que permitieron entregar un gigantesco avance sanitario a la ciudad. Las obras de alcantarillado y de mejoramiento del servicio de agua potable fueron uno de los grandes logros de su período; tarea que llevó a cabo con otro destacado
servidor público, el médico José María Sepúlveda Bustos, en ese entonces alcalde de Chillán.
La historia de nuestra ciudad desde una perspectiva entretenida y accesible a todo público ... Al rescate de la memoria Maximo Beltran , excelente trabajo patrimonial .
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