martes, 13 de julio de 2010

Vestuario en el Chillán del s.XIX a principio del s. XX (1)

p. Máximo Beltrán

Los chillanejos a la par de las ciudades principales como Concepción , Santiago y la Serena seguía los dictámenes de la moda en el s. XIX; quizás con un perfil más bajo como pueblo interior.
El nuevo cambio de emplazamiento de Chillán en 1835, vino a despertar del sueño colonial; la llegada de profesionales extranjeros que delinearon la nueva ciudad, el sosoiego o estabilidad del país en la época de los decenios, vino con la mano del auge agrícola y la tecnología.
En aquella época el puerto de Buchupureo ocupaba un lugar preponderante en la comercialización de productos; era el puerto de Ñuble, aquí se exportaba el trigo y el comercio agrícola, aquí llegaban las telas, pianos, muebles, libros, revistas, ya sea del propio Chile como Valparaíso, así como del extranjero.
El Camino Real era una travesía peligrosa y de muchos días para llegar a Santiago, el “Granero de Chile” como se denominaba a esta zona, llegaba al mundo a través del mar.
Las grandes tiendas y las revistas importadas eran el nexo que las clases altas mantenían para tratar de estar al día con lo que se producía y que determinaba lo que era la moda.
Comienza un período de fuerte influencia europea en la moda tanto masculina como femenina, gracias a la presencia de grandes tiendas que importaban tanto trajes como telas, y llegaban también revistas femeninas con figurines que servían a las modistas locales.
El valor de la moda, adquiere ribetes quizás no entendibles para el mundo de hoy, antiguamente los trajes, ya sea de varón o dama era material de traspaso de padres a hijos, estamos hablando de tiempos en que el reloj marcaba otras horas.
La llegada del 1900 a Chillán lo encuentra con una ciudad ya trazada, con comercio bullante, locomoción urbana, con el ferrocarril que nos unía con Santiago, y una agricultura que todavía seguía siendo nuestro pilar.
La llegada del s. XX, llega a Chillán con una ciudad ya conectada con el resto del país, la sociedad ya empieza a discutir sus temas, las mujeres empiezan a descubrír lentamente sus piernas y brazos, el vestir se hace más holgado... el conservadurismo va dejando paso lentamente a otras corrientes de pensamiento, que dejaran una profunda huella.

A continuación una serie de fotos que testimonian el desarrollo del vestuario en nuestra ciudad, no pretende en absoluto ser cátedra de nada, sino un paseo humilde por imágenes de nuestra gente, agradecemos el apoirte de las familias, Egaña, González, Fuentes, Bastias, Vidal, Contreras, Parra, Basterrica, Sepúlveda, Palma, Gallo, Cabrera, Rigall y Sandoval.































Vestirse en el Siglo XIX e inicios del XX: El inicio de la extranjerización cultural
p Guillermo Sepúlveda Castro
Licenciado en Sociología

La vestimenta de los viejos habitantes de la comuna viva de Chillán se encontraba caracterizada por una cultura enraizada en el hombre adulto. Esto, que puede parecer bastante lejano a las concepciones modernas del vestir, fue y marcó una tendencia y moda. La razón fundamental de lo que podría definirse como un cierto “adultocentrismo” fue la fuerte importancia que adquiría la generación adulta en el desarrollo económico, cimentado por el trabajo manual y la histórica productividad agrícola de la comuna. Este, sin duda es un sello de sus tendencias sociológicas y la gran diferencia con nuestros tiempos centrada en la “eterna juventud” o “juventocéntrica”, tema que no hablaremos aquí por ser “harina de otro costal”.
Por otra parte y de forma complementaria, el siglo XIX termina con una cruenta Guerra Civil (1891) la cual, en sus aspectos más oscuros, conlleva a fuertes divisiones. La lucha ideológica entre Presidencialistas (Balmacedistas) y Parlamentarias repercute también en la cotidianidad, trayendo consigo la fuerte influencia de la nación inglesa, ganadora real de la guerra político-económica generada por el salitre chileno. Esta victoria extranjera consolida no sólo a la apropiación de los medios de producción salitreros en nuestro norte, sino que además y principalmente, una tendencia anglo-céntrica –británica per excellence- la cual se manifiesta en el ropaje eurocéntrico y aristocratizante.
No obstante a los avances de estas tendencias, la moda histórica chilena no quedaba atrás. La clase denominada “dirigente” se vió de mayor forma influenciada por estas modas eurocéntricas y, por el contrario, fueron los sectores “populares” y campesinos los cuales aún conservaban la vestimenta generada por ellos mismos y alejada de las grandes tiendas modernistas; esto debido fundamentalmente a las fuertes raíces cristiano-católicas que aún los diferenciaban de la emergente clase alta de corte laico y adherente a la reciente consolidación estructural del modelo parlamentarista británico, el cual impera aún en nuestro siglo.
Es así como poco a poco las tendencias extranjerizantes fueron haciendo lo suyo. En lo que respecta a la estructura social del país, estas trajeron como consecuencia un alejamiento progresivo entre la emergente clase dirigente y los demás sectores. Las divisiones generadas por la Guerra Civil repercutieron así en las relaciones sociales de la Nación Orgánica y trayendo una fuerte crisis de integración. El conflicto “modernidad”/”tradición” se vio en estos tiempos fuertemente marcado.
Estas son las condiciones históricas profundas. Queda ahora reflexionar lo que queda para el Siglo XXI. ¿Hemos cambiado en demasía? ¿Refleja actualmente nuestra vestimenta la forma en que concebimos el mundo? Estas y otras preguntas quedan al tapete y son una invitación del autor, su humilde servidor, al pensar el mañana de nuestra tierra centralina.

1 comentario:

  1. Otra aproximación al vestuario de los chillanejos…en el siglo XiX y principios del XX.

    p. Igancio Basterrica

    Quizás no se ha dicho todo ni nada, hablar de la influencia en el vestir del chileno y por ende más específicamente de la ciudad de Chillán es una interesante proeza.....tomando en cuenta las corrientes migratorias escasas pero muy influyentes en nuestro desarrollo... la influencia francesa de la "belle epoque" que invade a toda la sociedad chilena de entonces y que se tradujo en la arquitectura, las artes y por supuesto el vestuario...Chillán a través de la colonia francesa residente desde fines del siglo XIX y comienzos del XX no estuvo ajena a esa influencia. Recordemos que el vestuario se encargaba generalmente a Francia por catálogo en tiendas encargadas de ello, ej La casa Francesa acá en nuestra ciudad.

    La influencia inglesa por cierto no se asentó de la misma manera en la zona en cuanto al vestuario, tal vez se evidenció mas tarde con la llegada del cine. El biografo fué a través de las primeras películas americanas la gran causante del uso de sombreros al estilo Borssalino, y mas tarde a través del Rock and roll, de los jeans y el calzado.

    Respecto a la influencia británica que nos referiria como los ingleses de sudamérica, no tuvo la gravitación de la francesa. Asi Mr North(que era norteamericano), no logró que toda la mayor parte de la burguesía chilena se identificara con lo británico sinó con la ciudad de las luces, es cosa de leer el libro"Aquellos años franceses "de Francisco Javier Gonzalez Errazuriz.
    En la zona la mejor muestra es la del Parque Cousiño de Lota, a través de su dueña doña Isidora Goyenechea de Cousiño.

    Además de lo anterior, hay que recordar la influencia germana y austrohúngara en la modernización del ejercito a fines del siglo XIX que también imprimió cierto sello en las orientaciones del vestuario; pantalones con bombachas, botas tipo chantilly ecuestres de salto,etc

    Respecto del campesino,es otra historia, la ropa y vestuario responden a la tradición mestiza, de un criterio utilitario y comodo para el trabajo, con algunas influencias indígenas y argentinas, por la ubicación geografica de la zona. Mas adelante en el siglo XX con la llegada de los primeros exitos mexicanos de corridos y rancheras se notó cierta influencia por lo poderoso de esta vertiente hasta hoy en vestuarios, aperos y modismos idiomáticos.
    En conclusión, hay dos vertientes del vestuario, en las clases altas y medias la innegable influencia foranea, por imitación, hoy moda de lo francés, lo inglés y un poco lo italiano y alemán(por las colonias).

    En las clases mas populares y campesinado; la mezcla del mestizo hace suyo las influencias mapuches(pehuenches) y pamperas del Neuquén, en una vestimenta de tipo utilitaria y comoda para las faenas y trabajos agrícolas. Asi ponchos, chamantos, fajas, pantalones agauchados, sombreros, bonetes y el calzado de cuero hasta la aparicion de ojotas de cuero y de goma con la aparición de los primeros automóviles, y la reconversión del caucho para esos fines.

    El vestuario, que si bién es cierto es un producto que evoluciona, no tan solo es algo "suntuoso" o "practico" va más allá de su simple objetivo; nos ancla en el tiempo y nos enseña a entender una parte nuestra historia.

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