p. Patricia Orellana Cea
Un 9 de agosto de 1897 nació en Chillán Marta Brunet Cáraves, quien con el transcurso de los años se convertiría en una de las escritoras más notables del país. Novelista (se la ubica en la Generación del 27), diplomática y periodista, sus padres fueron Ambrosio Brunet Molina, y su madre, la española Presentación Cáraves.
Hija única, nació en un hogar acomodado. Su padre tenía en Chillán un gran almacén en el sector del Mercado, por calle 5 de Abril. Ahí habría estado la casa habitación de la familia, pero también se la da en Purén o Cocharcas y también en 5 de Abril frente a la Casa del Deporte. Lo cierto es que el gran almacén de los Brunet sí estaba frente al Mercado.
A la temprana edad de 11 años la familia decide radicarse en un fundo que tenía en Pailahueque (IX Región). Su educación la recibe de profesores particulares e intitutrices. A los 14 años recorre Europa junto a sus padres. Más tarde comienza a escribir y sus primeras publicaciones las hace en las páginas de LA DISCUSIÓN.
Luego viene, en 1923, “Montaña adentro” y la escritora no para de producir obras notables. En este recorrido, especialmente en los inicios, recibe el reconocimiento e importante respaldo de crítica de Hernán Díaz Arrieta “Alone”; similares conceptos tuvo para Marta nada menos que Gabriela Mistral. Obtuvo numerosos premios, siendo el más importante el año 1961, el Premio Nacional de Literatura. El 7 de junio de 1962, en un acto público el municipio local la declara “Hija Ilustre de Chillán”.
Marta Brunet fallece el 27 de octubre de 1967, mientras daba lectura a su discurso de incorporación a la Academia Uruguaya de Letras, en Montevideo.
MARTA Y CHILLÁN
¿Está en deuda Chillán con Marta Brunet? ¿Se le ha reconocido lo suficiente¿ ¿Se fomenta en distintos niveles la lectura de sus obras, especialmente entre los niños?
En su ciudad natal el Liceo de Niñas lleva su nombre. Una villa habitacional vecina a El Tejar también. Y la Corporación Arte & Cultura, institución artístico-cultural chillaneja bautizó su pequeña biblioteca con el nombre de la escritora.
El historiador Marco Aurelio Reyes cree que Chillán está absolutamente en deuda con Marta Brunet. “Creo que sigue siendo olvidada. No ha sido suficientemente reconocida por su propia gente. Otros sí, todos muy valiosos, pero ella no ha tenido la misma suerte. Bueno, son muchos los que siguen en el olvido. Pero estimo que se debe reparar ese injustificado olvido”.
Alejandro Witker, también historiador, afirma que “vaya que sí Chillán sigue en deuda con esta extraordinaria mujer, reconocida en otras latitudes y que se ha dicho, fue una adelantada en materia de literatura femenina. La UBB, en un proyecto común, quisimos publicar las obras completas en una excelente edición, pero se nos adelantaron las universidades Padre Hurtado y de Chile. Se dice que un óleo de la pintora Tupper donado al liceo por la escritora, fue regalado más tarde”.
Carlos Ibacache, profesor, al igual que Witker, estiman que en el mismo liceo debería habilitarse a lo menos un par de salas en las que se pueda acceder a sus obras, su historia, registros fotográfico, etc. El liceo sería como el lugar natural, lleva su nombre, argumentan.
Los restos de la novelista descansan en el Cementerio General en Santiago y en la tumba hay un monolito de la otra gran Marta de Chillán, la Colvin.
Un 9 de agosto de 1897 nació en Chillán Marta Brunet Cáraves, quien con el transcurso de los años se convertiría en una de las escritoras más notables del país. Novelista (se la ubica en la Generación del 27), diplomática y periodista, sus padres fueron Ambrosio Brunet Molina, y su madre, la española Presentación Cáraves.
Hija única, nació en un hogar acomodado. Su padre tenía en Chillán un gran almacén en el sector del Mercado, por calle 5 de Abril. Ahí habría estado la casa habitación de la familia, pero también se la da en Purén o Cocharcas y también en 5 de Abril frente a la Casa del Deporte. Lo cierto es que el gran almacén de los Brunet sí estaba frente al Mercado.
A la temprana edad de 11 años la familia decide radicarse en un fundo que tenía en Pailahueque (IX Región). Su educación la recibe de profesores particulares e intitutrices. A los 14 años recorre Europa junto a sus padres. Más tarde comienza a escribir y sus primeras publicaciones las hace en las páginas de LA DISCUSIÓN.
Luego viene, en 1923, “Montaña adentro” y la escritora no para de producir obras notables. En este recorrido, especialmente en los inicios, recibe el reconocimiento e importante respaldo de crítica de Hernán Díaz Arrieta “Alone”; similares conceptos tuvo para Marta nada menos que Gabriela Mistral. Obtuvo numerosos premios, siendo el más importante el año 1961, el Premio Nacional de Literatura. El 7 de junio de 1962, en un acto público el municipio local la declara “Hija Ilustre de Chillán”.
Marta Brunet fallece el 27 de octubre de 1967, mientras daba lectura a su discurso de incorporación a la Academia Uruguaya de Letras, en Montevideo.
MARTA Y CHILLÁN
¿Está en deuda Chillán con Marta Brunet? ¿Se le ha reconocido lo suficiente¿ ¿Se fomenta en distintos niveles la lectura de sus obras, especialmente entre los niños?
En su ciudad natal el Liceo de Niñas lleva su nombre. Una villa habitacional vecina a El Tejar también. Y la Corporación Arte & Cultura, institución artístico-cultural chillaneja bautizó su pequeña biblioteca con el nombre de la escritora.
El historiador Marco Aurelio Reyes cree que Chillán está absolutamente en deuda con Marta Brunet. “Creo que sigue siendo olvidada. No ha sido suficientemente reconocida por su propia gente. Otros sí, todos muy valiosos, pero ella no ha tenido la misma suerte. Bueno, son muchos los que siguen en el olvido. Pero estimo que se debe reparar ese injustificado olvido”.
Alejandro Witker, también historiador, afirma que “vaya que sí Chillán sigue en deuda con esta extraordinaria mujer, reconocida en otras latitudes y que se ha dicho, fue una adelantada en materia de literatura femenina. La UBB, en un proyecto común, quisimos publicar las obras completas en una excelente edición, pero se nos adelantaron las universidades Padre Hurtado y de Chile. Se dice que un óleo de la pintora Tupper donado al liceo por la escritora, fue regalado más tarde”.
Carlos Ibacache, profesor, al igual que Witker, estiman que en el mismo liceo debería habilitarse a lo menos un par de salas en las que se pueda acceder a sus obras, su historia, registros fotográfico, etc. El liceo sería como el lugar natural, lleva su nombre, argumentan.
Los restos de la novelista descansan en el Cementerio General en Santiago y en la tumba hay un monolito de la otra gran Marta de Chillán, la Colvin.
Una lastima lo de Marta Brunet, si no fuera por el Liceo, ya su nombre se habria borrado en nuestra fragil memoria colectiva. Respecto a su casa, recuerdo que existia en calle 5 de abril hace varios año un hogar de niños del Hogar de Crist; que según me contaron en esa epoca; la habria donado Marta Brunet o su familia. La casa se ubica en la acera oriente entre Cocharcas y Puren. El hogar de niños ya no funciona alli, ahora hay una local comercial. De ser así, sumamos otra perdida patrimonial mas.
ResponderEliminarExcelente y necesaria informaciòn de alguièn digno de destacar y fomentar su conocimiento en las nuevas generaciones
ResponderEliminarSL2
Pilar