Artistas en Chillán: unos y otros

Artistas en Chillán: unos y otros

Máximo Beltrán / Diario La Discusión / 9 de abril 2009

El escenario artístico local, es muy especial, quizás no muy diferente al de otras ciudades, pero aquí convergen varias etnias culturales, a pesar del universo pequeño, que lo hace muy particular y a veces hasta entretenido.Existe el artista fuera del bullicio y lo que impone la moda o el mercado, artistas lejos del interés de las relaciones públicas y de exposiciones, que se ven de cuando en vez, pero que su trabajo no deja de ser inmerecedor de un reconocimiento …ocultos bajo el anonimato o el pudor del bullicio de las vanidades, de la arrogancia imperante en el mundo del “arte”.Existen otros exponentes paralelo a éstos; de la plástica, poesía, música, teatro y cine; expresiones más latentes en el escenario local, que en forma activa desarrollan su labor a vista de la comunidad y sujetos a la constante critica y exposición pero donde el factor común ha sido la falta de arrogancia, sus actitudes amables, su sencillez de corazón, con una paz interior y libres de ambiciones que los conectarían a lo más primitivo.Por otro lado existen las “otros”, que por el contrario, son expresamente arrogantes y desagradables, con todos los “pergaminos de Babilonia” acumulados por sus redes mediáticas, pero donde su obra se derrumba cuando comienzan sus actitudes groseras. Estos personajes ensucian el éxito de los demás, ningunean al que se inicia, y son falsos exponentes de los dones de la Creación.…”Un dia paseando por un supermercado local, veo uno de estos exponentes de la Babilonia, y donde se acerca una niñita de unos 11 años, porque quería sacarse una foto con él por supuesto el “personaje”, con sus pergaminos de canje, le responde que –No, váyase, no tengo tiempo”…Después de ver esta escena, cruel, grosera en su actitud y al mismo tiempo disonante con su edad; llego a la conclusión que aquellos que están seguros de si mismo no son arrogantes, ni desagradables ni falsos, comparten sus conocimientos, se alegran por el éxito del otro, forman parte del paisaje bueno, amable, con armonía, son hasta necesarios. Forman parte de aquel paisaje creado a través de los cuentos de niños que nuestras madres nos contaban. Están conectados con la naturaleza, asumen el acto de crear como una bendición (brajah). Buscan emular al Creador, son artistas que sueñan cambiar un poquito el mundo, creen firmemente en el uno más uno y no se conforman con el aplauso, porque no lo buscan, eso llega por gracia.