PROLOGO
Javier Ramírez Hinrichsen
Historiador del Arte y del Patrimonio Cultural
Docente e Investigador del Departamento de Artes Plásticas
Director del Programa de Magíster en Arte y Patrimonio
Universidad de Concepción, Chile
Actualmente,
al hablar de patrimonio cultural, no tan sólo recae en la valorización de
bienes de carácter tangible, por ejemplos, hitos históricos, entre otros. En
Chile, según la legislación actual en relación a dichas problemáticas recae en
la Ley 17.288 sobre Monumentos Nacionales. No obstante, aunque existe una
herramienta de conservación de espacios urbanos vinculados a prácticas
culturales como es la denominación de Zona Típica, no alcanza a observar
elementos que escapan a la idea de
conjunto edificado. Desde el año 2010, el estado chileno ha desarrollado una
serie de políticas en pos de la reconstrucción de inmuebles de carácter
patrimonial, específicamente alentando programas de revitalización de barrios.
En este contexto creo pertinente el presente libro “Santa Elvira, Barrio
Patrimonial”.
Al hablar de
barrio no nos referimos desde una perspectiva “pintoresca”, sino más bien
socio-cultural. El impacto que han sufrido las ciudades a nivel mundial
producto de distintas variables, y en particular en Chile, por el desarrollo de
una política urbana favoreciendo la actividad del sector de la construcción en
las ciudades, inmobiliarias, han puesto en el tapete la necesidad de resguardar
el capital cultural que se identifica al interior de dichos espacios urbanos.
Ahora bien, Santa Elvira no se presenta como un ejemplo más de tantos que han ido surgiendo en los últimos
años en nuestro país. Sino más bien es un lugar donde se puede graficar los
cambios en el modo de vida del habitante de la Provincia del Ñuble.
El libro
tiene una idea fuerza, “la fachada continua”. Si tomamos esta característica
como una metáfora nos hablaría de una continuidad en el modo de habitar que
podemos ver en dicho barrio. ¿A qué nos referimos con esto? Patricia Orellana y
Máximo Beltrán desarrollan en casi 124 páginas un recorrido describiendo y
valorando el inicio de éste Barrio Patrimonial.
“Santa
Elvira. Barrio Patrimonial”, como señalan en su introducción sus autores (cito)
“…es como el carácter chileno…nació de la emigración campo ciudad”. Uno de los
acervos relevados es su módulo habitacional, “la casa de adobe
arquitectónicamente de fachada continua”. La formación de dicho espacio urbano
albergará una población heterogenea e identificada a través de oficios que
marcan la presencia de los habitantes de aquellos inmuebles. Otro elemento,
para no olvidar mencionar, es la presencia del agua, no como forma simbólica,
sino vinculada a la vertiente (recordar la noticia publicada el día Viernes 24
de enero de 2014 en la diario la Discusión de Chillán, donde se difundía la información
de la abertura del muro que impidió el acceso a un lugar con un alto valor
cultural-ambiental, significado desde el terremoto de 1939).
En la
lectura de la edición aparecerá un minucioso
trabajo de campo, una investigación y registro gráfico de casa y
habitantes que se irán conectando con un relato oral de suma importancia, no
tan sólo para nuestro patrimonio local y nacional, sino también un reflejo de
lo que es la valorización del patrimonio cultural a nivel mundial.
Finalmente,
quiero reiterar el aporte que realiza la presente publicación en pos de la
salvaguardia del patrimonio tangible e intangible de la Provincia del Ñuble. El
rescate y difusión tienen en éste libro una casa y un lugar.
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