Fuente: Diario La Discusión
Por. Carla Aliaga
La Provincia de Ñuble fue creada por ley (1848) con una parte de Concepción (Departamento de Chillán) y una parte de Maule (Departamento de San Carlos). Posteriormente, en 1884 se crearon los departamentos de Bulnes y Yungay, segregándolos del Departamento de Chillán, pero manteniéndolos en la provincia, quedando con cuatro departamentos: Chillán, Bulnes, San Carlos y Yungay.
Tras ello comienza la nueva configuración administrativa, que tiene sus orígenes en la división territorial establecida en la Constitución Política de 1925, que estructuraba al país en provincias, departamentos, subdelegaciones, comunas y distritos.
Con el Decreto de Fuerza de Ley 8.582 y 8.583 del 30 de diciembre de 1927 se modificaron los límites provinciales y comunales, respectivamente. Se agregó el Departamento de Itata, segregado de la Provincia de Maule, y las antiguas subdelegaciones 2ª de Quillón y 3ª de Cerro Negro, segregadas del Departamento de Puchacay (Provincia de Concepción), conforman la comuna y subdelegación de Quillón, agregándoselos al Departamento de Bulnes.
Además, las antiguas subdelegaciones 8ª de Tucapel, 10ª de Reñico y 11ª de Trupán, provenientes del Departamento de Rere (Provincia de Concepción), y la subdelegación 20ª de Antuco del Departamento de La Laja (Provincia de Bío Bío), constituyeron la comuna y subdelegación de Tucapel, en el Departamento de Yungay.
Hasta 1974 existían 25 provincias en Chile, entre ellas Ñuble, conformada por cinco departamentos: Itata, capital Quirihue; San Carlos, capital San Carlos; Chillán, capital Chillán; Bulnes, capital Bulnes; y Yungay, capital Yungay.
AUTONOMÍA
Durante el gobierno militar, bajo el mando de Augusto Pinochet, se hizo un cambio radical en la concepción de regionalización. De una mirada integradora de desarrollo regional, se pasó a una estrategia que privilegió la geopolítica y la defensa nacional, que se materializó a través una división que desconoció las características históricas, políticas, geográficas y económicas de algunas regiones.
Así se conformó la nueva Región del Bío Bío, quedando Ñuble como provincia y Chillán como capital de esta. Administrativamente el poder político se concentró en Concepción. Adicionalmente se crearon las provincias de Bío Bío, capital Los Ángeles; Arauco, capital Lebu; y la Provincia de Concepción, cuya capital es Concepción, también capital regional.
La división fue provocando a lo largo de las décadas una postergación de Ñuble en materias de inversión que se mantiene hasta la actualidad: solo el 18% del total del presupuesto regional llegó a las 21 comunas ñublensinas en 2014 y generalmente nunca supera el 25%.
Sin embargo, esa postergación no desvalorizó el patrimonio cultural e identitario de la zona. Por el contrario, se fortaleció. Prueba de ese fuerte arraigo cultural es ser cuna de innumerables artistas de reconocida importancia mundial, como el pianista Claudio Arrau, la folclorista Violeta Parra, su hermano, el antipoeta Nicanor Parra, y la escultora Marta Colvin; además de figuras cumbres de nuestra patria, como Bernardo O’Higgins, Arturo Prat y Arturo Merino Benítez.
La artesanía, en sus variadas manifestaciones, el folclor, los deportes huasos, constituyen manifestaciones vigorosas de la identidad local.
Un cuadro único, distintivo y de una inigualable personalidad fue uno de los argumentos que primaron en el Congreso por quienes defendieron la aspiración ñublensina de ser región.
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